La promotora más grande de artes marciales mixtas guarda absoluto hermetismo sobre el futuro de Ilia Topuria, quien, tras dejar vacante el cinturón del peso pluma, espera su gran oportunidad en la división ligera
El tiempo corre y Ilia Topuria sigue sin rival confirmado. Desde que el pasado 20 de febrero sorprendiera dejando vacante el cinturón del peso pluma UFC, todo ha girado en torno a su esperado salto al peso ligero, donde los retos se multiplican. A dos meses del evento más importante del calendario, la International Fight Week, la organización aún no revela planes concretos sobre su regreso. Y eso, tratándose de una de las figuras con más tirón mediático, solo puede interpretarse como una jugada medida.
Con Alexander Volkanovski de vuelta en la cima tras imponerse en el UFC 314, el capítulo del hispano-georgiano en las 145 libras queda cerrado. Su foco está ahora en un nuevo trono, el de Islam Makhachev, campeón dominante del peso ligero. Sin embargo, la falta de una confirmación oficial alimenta la incertidumbre. El hermetismo se impone, y Topuria responde con su propia estrategia, no hablar, no ceder, y dejar que la presión hable por él.
Dana White enfría el hype mientras Makhachev define su hoja de ruta
Durante semanas, todo apuntaba al UFC 317 como el escenario ideal para el choque Topuria-Makhachev. Pero el silencio institucional y la ausencia de cartel en firme a tan poco tiempo de la cita desinfla la ilusión. En el cierre del UFC 314, Dana White fue claro. “Si tuviéramos algo decidido, ya lo habríamos anunciado”. Unas palabras que, lejos de calmar, confirman que no hay nada firmado. La espera continúa.
Mientras tanto, Makhachev aguarda el desenlace del UFC 315 para decidir si se mantiene en las 155 libras o da el salto al welter. Esa decisión marcará el destino de Topuria, que ha reiterado que no hará peleas de paso ni quiere contenderes intermedios. En ese cruce de caminos, Charles Oliveira se perfila como plan B si el pupilo de Khabib opta por cambiar de división. En cualquier caso, la UFC tiene poco margen de maniobra si quiere mantener a Topuria en el radar global.
La leyenda espera su momento mientras el panorama se aclara lentamente
El próximo paso de Ilia Topuria está en manos ajenas, pero su imagen como figura dominante se mantiene intacta. Sin cinturón, sin combate oficial y sin declaraciones estridentes, sigue siendo una de las mayores atracciones de la compañía. Su silencio no es vacío, es estrategia.
Todo quedará definido tras el UFC 315, evento que marcará el destino del título ligero. Solo entonces sabremos si Topuria chocará contra Makhachev, si se medirá con Oliveira, o si la promotora apuesta por una sorpresa. Lo que está claro es que el regreso de Topuria no será anecdótico: será histórico.
