Todo hace indicar que uno de estos dos es el que finalmente se va a llevar a uno de los extremos en mejor nivel de todo España
Más allá del presente que vive por estos días el Levante UD, hay que resaltar la labor que ejerce Jorge De Frutos, el extremo que está en carpeta tanto de Villarreal como del Valencia. El jugador de banda es el que está dando la cara por los granotas, fungiendo como su gran estrella y como la esperanza de salvación sobre el final.
Producto de ello atesora a estas alturas 4 goles y 7 asistencias, aunque lo mejor de su repertorio debe trasladarse al transcurso de los partidos, donde se ve incisivo, fuerte, veloz y muy desequilibrante. Los dos interesados han querido anticipar al resto dejando caer sus intensiones y de hecho ya conocen cuánto dinero deben soltar y bajo qué condiciones se ejecutaría la operación.
La idea tanto de Villarreal como de Valencia está clara en el tema concreto de Jorge De Frutos
En este punto existen diferentes puntos a tener en cuenta. El primero, es que el jugador continuaría su vínculo con el Levante pero solo en caso de salvación. Lo que encrudece el tema, ya que actualmente son últimos y a falta de tan poco los primeros candidatos a marcharse a la categoría de plata.
Otro aspecto importante es que el jugador no pertenece 100% al Levante, sino que el 50% de sus derechos deportivos son propiedad del Real Madrid. Los merengues anticipando el cóctel que esto supone ha puesto su parte en consideración de venta, pensando en que la suma de dinero es una de sus mejores decisiones. Ahora más que antes al tener en la mira a Kylian Mbappé.
Puestos europeos o un proyecto a futuro
Con este panorama parece que el Villarreal es el club que mejor pinta en esa vía. Tiene los argumentos necesarios, clasificación constante a puestos europeos y la pasta para poder pagar los 12 millones de euros en los que está tazado el jugador en este preciso instante. Temas que en Valencia nadie puede asegurar.
Para que el Valencia pudiese ir sumando eventos en favor primero deben acceder a la venta de alguno de sus activos. La situación evidenciada por Murthy y Peter Lim es precaria, de manera que parecen concentrarse en otros temas como la venta de Carlos Soler o la ejecución en el caso de Bryan Gil.
