La dinámica del Villarreal en las últimas semanas ha encendido las alarmas en los despachos y el técnico cántabro puede tener las horas contadas
Las consecuencias de la salida de Unai Emery del Villarreal CF cada vez son más devastadoras. Porque el salto a Quique Setién no lo ha digerido nada bien una plantilla acostumbrada al pragmatismo de Emery y replegarse ante rivales de mayor entidad. Ahora, el abuso del pase horizontal y el riesgo en salida de balón está haciendo mucho daño al equipo.
Recordemos que los inicios de Quique Setién fueron muy difíciles, con 4 derrotas en los primeros 4 partidos. Sin embargo, tras una acalorada charla con los jugadores, el parón del Mundial sirvió para trabajar los nuevos conceptos y daba la sensación de que se había recuperado el pulso.
Quique Setién contra las cuerdas
De hecho, el equipo fue capaz de ganarle al Real Madrid en Liga y casi eliminarlo en Copa. Volvieron a hacer goles con facilidad y todo parecía encajar. Hasta que un nuevo bajón han vuelto a despertar viejos fantasmas. El Villarreal acumula ya cuatro derrotas consecutivas, con algunos rivales teóricamente inferiores.
Ante el Rayo Vallecano, ante el colista y sentenciado Elche, ante el Mallorca y ante el FC Barcelona. Se puede entender que te gane el líder pero los demás… son partidos que con Emery se sacaban adelante con suma facilidad. Ahora todo son dudas y los pesos pesados de la plantilla atraviesan problemas físicos, como es el caso de Gerard Moreno.
Quique Setién ya espera a las vacas
Todo apunta a que Quique Setién está en sus últimas. Su retiro, en Santander, con sus vacas, parece cada vez más cerca. El próximo choque ante el Getafe CF, el próximo lunes, va a resultar clave. Pero las críticas están a flor de piel. De hecho, nadie ha entendido que el cántabro haya dado dos días de vacaciones a la plantilla con la que está cayendo.
En el Villarreal CF ya peinan el mercado de entrenadores a la búsqueda de un sustituto que realmente dé el nivel y puede remontar una situación que se podría complicar si siguen los malos resultados. En dos semanas regresa la Conferences League y el calendario será diabólico.