El entrenador valencianista pide asegurar la plantilla antes de pedir fichajes
Estamos a puertas de un nuevo fin de temporada y el comienzo de otro, pero Rubén Baraja podría dimitir del Valencia CF en los próximos días. La razón es que después del partido final de curso, que en esta ocasión será contra el RC Celta, el míster se reunirá con varios directivos del club Ché, especialmente con su presidenta Lay Hoon.
Baraja quiere discutir el futuro del equipo y asegurarse de que sus jugadores clave permanezcan en el club. El técnico ha dejado claro que necesita garantías sobre la no venta de los pilares de su plantilla antes de planificar los refuerzos para la próxima temporada. Esta reunión será crucial para determinar si el proyecto de Baraja tiene el apoyo necesario para competir en la siguiente campaña.
La reunión clave para el futuro del proyecto
La razón de esta reunión es para determinar el plan o proyecto para la temporada 2024-25. Este incluye los fichajes que Baraja va a pedir para armar un equipo sólido, pero lo más importante, la conservación de varias de sus piezas vitales. Recordemos que en la agenda de Peter Lim existen varios futbolistas que están muy bien tasados en el mercado.
Antes de irse de vacaciones, el entrenador vallisoletano quiere asegurarse de que la dirección general del equipo blanquinegro no le va a vender a sus mejores jugadores. Además, quiere tener la certeza de que al menos le van a fichar un 70% de los jugadores que ya solicitó. Pero básicamente lo que quiere es conservar a sus mejores hombres.
Requerimientos de fichajes para la próxima temporada
Para que no haya dimisión, el Valencia debe fichar lo que pidió Baraja. Son varios los fichajes que el técnico de 48 años solicitó para diferentes zonas del campo. Empezamos con la delantera, donde aún espera el arribo de Rafa Mir. Aunque también ha sonado con gran intensidad el nombre de Carlos Martín.
Dani García del Athletic también fue pedido por Rubén Baraja, al igual que Víctor Chust. Para la portería, el entrenador espera seguir contando con el meta georgiano, pero en caso de que su venta ya esté muy avanzada, el Pipo espera a Lucas Cañizares, hijo de la leyenda valencianista Santiago Cañizares. Si todo se cumple a cabalidad, el míster no tendría por qué dimitir.