Polémica ha resultado la postura del capitán ante lo que se supone debería ser una decisión conjunta que desata todo el interno
Gabriel Paulista lleva ya varias semanas lesionado y las posibilidades de verlo reaparecer en el Valencia CF son cada vez más escasas. El hispano brasileño no ha respondido a los tratamientos llevados a cabo hasta el momento, y la sensación es que directamente hay que tomar medidas agresivas. Todo esto ha desatado una crisis de la que ya se hacen eco los grandes medios.
Hace poco señalaba en una de sus redes sociales que no se iba a operar, y que iba a traer al caso una solución más metódica para volver a punto. El tema es que solo han maquillado la realidad, y esta dice que su recaída ha sido severa. Gabriel ha vuelto al punto cero, de donde debe empezar a valorar de nuevo la entrada al quirófano para tener chances este mismo curso.
La disyuntiva entre lo que es mejor y lo que Gabriel quiere, sigue haciendo eco en Valencia, más de la cuenta
Lo que no quiere el defensor central sin duda es estar por fuera en los partidos más determinantes. Pero lo cierto es que su cuerpo no ha respondido de momento al tratamiento. Así que lo que sigue es blindar las opciones de una forma mucho más completa, inclinando la balanza para que se someta a la cirugía.
Esto ha tenido una respuesta del protagonista que es haber contratado un fisio personal. Se trata de un compatriota suyo que trabaja en el Esporte Clube Vitoria que lo que hace es monitorear y marcar los ejercicios telemáticamente para que desde Paterna el defensor siga su proceso de manera indicada.
De no responder a esta segunda instancia se procederá a manejar todo de una forma mucho más lineal
Con lo que se juegan y con los tiempos que corren es claro que no se pueden dar ciertos lujos. Exponer al jugador a una nueva lesión sería catastrófico y por eso han puesto límites. Se busca que el jugador recapacite de sus decisiones y se ponga al caer con la respectiva intervención que es a largo plazo una mejora en su comportamiento dentro del campo.
Así que ya peinan lo que resta de mercado en busca de soluciones. Un defensor en la misma demarcación es el objetivo y por eso se habla de Aridane Hernández. El jugador de Osasuna ya ha manifestado querer ir por esa vía, pero los separa de momento el valor pactado, que está en torno a los 5 millones de euros.