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Las obras del Nou Mestalla una pantomima de Peter Lim para vender más caro el Valencia CF

Peter Lim, desde la distancia, aparenta reiniciar un proyecto estancado durante años, mientras en realidad busca elevar el valor del club de cara a una posible venta

A pesar de los anuncios sobre el reinicio de las obras, el Nou Mestalla permanece prácticamente igual que hace meses. La imagen actual del terreno no invita al optimismo, apenas se ve maquinaria en marcha y el número de operarios es insignificante. Mientras tanto, el club trata de mantener una apariencia de avance que no se sostiene en los hechos. Peter Lim, desde Singapur, parece más interesado en inflar el valor del Valencia CF que en completar un proyecto deportivo prometido hace casi veinte años.

Desde la sombra, Layhoon Chan continúa influyendo en los grandes movimientos del club. Aunque ya no ejerce funciones oficiales, dejó tramitado un acuerdo con Goldman Sachs para obtener financiación con el objetivo de terminar el estadio. Sin embargo, esa operación aún no ha sido concretada. El tiempo pasa, la afición espera y el supuesto regreso de las obras se diluye en la pasividad de un solar inacabado.

Nou Mestalla
El Nou Mestalla permanece prácticamente igual que hace meses.

Promesas para la galería y presión política por el Mundial 2030

La ciudad de Valencia vive en estos días la intensidad de sus Fallas, pero en los alrededores del Nou Mestalla el ambiente es de absoluta calma. Las grúas están quietas y la actividad es casi nula, mientras las autoridades locales insisten en presentar el estadio como candidato a sede del Mundial 2030, una candidatura conjunta que aún no ha confirmado la participación de la ciudad. A pesar de no estar incluida en la lista oficial, las presiones políticas no cesan.

En este contexto, el joven Kiat Lim, hijo del máximo accionista, publicó una fotografía del equipo celebrando un gol, intentando proyectar cercanía con la afición. Pero los gestos en redes sociales no tapan la realidad. El Nou Mestalla no avanza y su futuro sigue lleno de incógnitas.

Veinte años de incertidumbre y una afición harta

Entre quienes más han alzado la voz se encuentra Santi Cañizares, emblema del valencianismo y hoy comentarista en medios nacionales. Sus palabras han sido tajantes. “El estadio tiene que levantarlo el Valencia, no Lim. Y lo que vemos en las obras es una broma. No hay movimiento ni intención”.

El exportero recuerda que desde 2005 se viene hablando del nuevo campo, pero tras dos décadas, el club sigue atrapado entre promesas y titulares vacíos. “La primera maqueta es de hace casi 20 años y seguimos igual. Nadie se cree que esto se vaya a terminar”. Con el Mundial como excusa, algunos intentan maquillar la inacción. Pero la afición valencianista ya no compra discursos. Quiere hechos, y los hechos brillan por su ausencia.

EGD Valencia