Al francés ya la están contando las horas en el equipo che
Kevin Gameiro es uno de los tantos señalados por parte de Peter Lim en la última entrega noticiosa sumada por un sector del club a su plantilla. La presidencia quiere realizar una desarticulación absoluta, abriendo camino a algunos jugadores cuyo presente no es que sea el más prometedor posiblemente.
Esto es un trato ajustado a algunas facetas de proyección, que desde luego necesitan ver respuestas en el punto de vista concreción real con la consecución de jugadores. Y si Gameiro se va, que parece ser una realidad, alguien debe ir a Mestalla a suplir esa ausencia, y el señalado es Darian Males.
Las referencias del eventual fichaje son nulas, más allá que tenga un nombre en su país
Males es un jugador suizo, cuya presencia en la élite está supeditada a lo último que ha sido su desempeño en la Liga local. Recientemente convocado por la selección nacional sub-19 de su país, parece haber dejado tirada la concentración para sellar su potencial vinculación con el club de Mestalla.
Es catalogado por la prensa de su país como un súper talento, capaz de sumar opciones de ataque, y de ser pieza clave en el volumen con el que agrede a sus rivales. El contrato que les une sería por cinco años, y el valor de transferencia aunque no ha sido detallado, responde a un precio que no va más allá de los 2 millones de euros.
Darian Males ya había tentado a algunos poderosos del continente
Su nombre quizás no diga mucho, y su faceta goleadora no es algo que ya haya explotado, pero si es muy tentador hacerse a un jugador cuyo futuro esté desplegado a repartir grandes experiencias y logros. De hecho algunos clubes de gran importancia y peso en el ambiente ya se había fijado, y le habían puesto ofertas en la mesa bastante tentadoras.
Inter de Milán y Atalanta los más insistentes, pero ninguno como Valencia que ya ha sido muy diciente con todo esto. Un solo gol y cuatro asistencias es su último registro, números poco contundentes, pero esperanzadores de acuerdo a la edad del jugador, y a su poca experiencia en el profesionalismo. Una perla a precio de risa, la última gran movida che.