Peter Lim sigue sin cerrar la operación ante las elevadas cifras y la presión social
El futuro del Valencia CF continúa en el aire en 2025, mientras su propietario, Peter Lim, sigue sin encontrar un comprador dispuesto a asumir la operación. A pesar de haber puesto sus acciones en el mercado hace meses, la venta no ha logrado concretarse debido a las altas exigencias económicas y la compleja situación financiera del club aunque hay varias opciones que poco a poco van tomando forma.
El magnate singapurense solicita 450 millones de euros por el control del equipo, pero la deuda acumulada del Valencia, que supera los 700 millones de euros, eleva el coste total de la transacción por encima de los 1.000 millones. Esta cifra ha disuadido a los inversores interesados, que ven un desafío financiero difícil de asumir.
Estrategias para facilitar la venta por el momento sin éxito
Para hacer más atractiva la compra, la directiva ha intentado reestructurar la deuda con Goldman Sachs y reanudar las obras del Nuevo Mestalla tras 15 años de paralización. Sin embargo, estas medidas no han sido suficientes para desbloquear la operación.
Además, en el ámbito deportivo, el club ha tratado de reforzar la plantilla en el mercado invernal y ha optado por un cambio de entrenador en un intento de alejarse de la zona de descenso. Una posible pérdida de categoría afectaría gravemente al valor del club, dificultando aún más la venta en las condiciones que pretende Lim.
La afición, un obstáculo para los posibles compradores
El descontento de la afición valencianista ha sido otro factor clave que ha complicado la llegada de nuevos inversores. Mestalla ha sido escenario de múltiples protestas contra la gestión de Peter Lim, y la posibilidad de que el equipo termine en manos de otro empresario extranjero sin un proyecto claro ha generado una gran desconfianza.
Javier Tebas, presidente de LaLiga, ha advertido sobre las dificultades que esto representa: “No se puede obligar a vender, eso aleja a los compradores, porque piensan que si una temporada va mal, tendrán a 30.000 personas protestando”.
Esta presión social ha hecho que algunos potenciales compradores se alejen, temiendo encontrarse con un ambiente hostil si los resultados deportivos no acompañan desde el inicio.
Lim busca la mejor salida
A pesar de los intentos de venta y de haber compartido contratos con inversores interesados, las exigencias económicas de Lim siguen generando dudas y reticencias. Con la incertidumbre financiera y el malestar social en aumento, el Valencia CF continúa en un escenario inestable.
Mientras no aparezca un comprador firme, la propiedad del club sigue en manos de Peter Lim, quien busca la mejor salida posible para su inversión, pero sin una solución clara a la vista.
