Los jugadores a salir son incidentes y cumplen funciones de ataque en la plantilla titular
A través del canal de comunicaciones del Valencia CF se ha podido conocer que están en el plan desarme justo al final del mercado, ajustando así algunas ventas que asumen son necesarias para dar rienda suelta al orquestado de fichajes que tienen en mente. Dos futbolistas están en esa ruta, más allá del nivel de influencia que tienen en el rendimiento general del grupo.
Esperan a través de esa operación reunir en torno a los 50 millones de euros, dinero suficiente para albergar tres compras que son absolutamente necesarias. Los jugadores son: Maxi Gómez, por el que piden 20 millones de euros, y Gonçalo Guedes, por el que esperan al menos 30 kilos. Así pues se llenan de efectivo que da el poder para el rapto de tres componentes exigidos por José Bordalás.
A la espera de la llegada de ofertas formales, el Valencia CF enfoca sus fichajes de momento
Existe demasiado interés regado por los jugadores en cuestión, pero sin duda lo que marca una tendencia en este sentido es ver plasmadas las ofertas en el campo de verano. Para eso el tiempo es limitado y se espera concretar algo de acá al cierre del mes. Lo que si está definido y ya corre de la mano de sus posibilidades, es ir acercando a los futbolistas que tienen en carpeta.
El primero es Mauro Arambarri. El mediocampista uruguayo del Getafe es a toda luz el jugador más necesario. Cubre la zona del campo donde tienen mayores deficiencias, pues han tenido que improvisar centrales, como el caso de Guillamón. El valor es de 25 millones de euros, aunque se espera que sea rebajado con una presencia real de dinero en sus arcas dispuesta para ofertar.
Los siguientes dos fichajes se unen a la parte más adelantada del equipo
Pepe Bordalás también ha dicho que perder a su segundo punta y al punta de referencia necesita de acciones de respaldo inmediatos. Por ese motivo ha señalado a Marcos André el jugador del Valladolid, y a Jonathan Calleri, del Osasuna como sus esperanzas de mercado. Ambos futbolistas están en la ruta de salida, y se cree que con 15 millones de euros sea suficiente.
El más costoso es el brasileño de 24 años, que viene de recuperarse de sus lesiones. Es un jugador con clase, que es capaz de jugar unos metros atrás por su técnica y reubicación constante en busca de contacto con la pelota. Calleri, mucho más posicional es el ancla de gol, un poste con excelente juego aéreo, que tiene buen dominio y el arco pintado en la frente. Todo de momento caminando sobre ruedas.