El técnico del Tenerife, no ocultó su frustración tras la dura derrota por 3-0 ante el Córdoba. En una rueda de prensa llena de autocrítica, el entrenador madrileño admitió que el equipo atraviesa un momento complicado, donde las cosas no salen como se planean
El Tenerife atraviesa un momento complicado tras caer por 3-0 ante el Córdoba en el Nuevo Arcángel. La derrota no solo expuso las carencias deportivas del equipo, sino también el impacto emocional en su técnico, Pepe Mel. Con una mezcla de resignación y autocrítica, el entrenador madrileño dejó en claro que los resultados actuales no se alinean con las expectativas ni el esfuerzo invertido.
Durante su intervención en la rueda de prensa, Mel no escatimó en sinceridad. “He perdido la cuenta de las oportunidades desaprovechadas. En nuestra situación, esto es darle ventaja al rival”. Un reflejo claro de las frustraciones del equipo se vio en el minuto nueve, cuando Ángel falló un penalti que pudo haber cambiado el rumbo del encuentro. “Estamos en ese momento en el que todo sale al revés. Encajamos el 1-0 justo antes del descanso, y eso nos terminó de hundir”, agregó.
Pepe Mel afronta su peor racha en años: “Esto es especial”
El técnico no evitó hablar sobre su continuidad, mostrando una postura pragmática y profesional. “Yo estoy aquí por vocación, no para poner pegas. Si el club cree que debe tomar decisiones, las acepto”, señaló. Este discurso, aunque sereno, deja entrever que Mel es consciente de su posición delicada en el banquillo. Con más de dos décadas en el fútbol profesional, admitió que la situación actual es una experiencia inédita incluso para él.
Mel también destacó el bloqueo mental de sus jugadores: “No hay pasotismo, pero sí un bloqueo evidente. En el campo hay gente con experiencia en Segunda y, aun así, no logramos dar la talla”. Sus palabras denotan una mezcla de impotencia y empatía hacia sus dirigidos, algo que pocos entrenadores logran transmitir en momentos de crisis.
Disciplina y lesiones: las claves de un bloqueo emocional
La falta de efectividad del Tenerife no solo se refleja en los resultados, sino también en la acumulación de decisiones desafortunadas y errores clave. Fallar penaltis en momentos cruciales, como ocurrió nuevamente ante el Córdoba, es un síntoma que Mel atribuye a factores emocionales. “No se trata solo de lo físico, sino de lo mental. Están bloqueados y no les sale nada”, explicó.
En cuanto a la preparación del equipo, Mel insistió en que trabajan con seriedad para revertir la situación, aunque reconoció que las lesiones y sanciones han limitado las opciones tácticas en partidos clave. A pesar de las adversidades, asegura que no perderá su enfoque: “Vine para ayudar y dar la cara en los momentos difíciles. Esto es fútbol, y todo puede cambiar en cuestión de semanas”.