Rayco García presenta una oferta para adquirir el CD Tenerife y acabar con la crisis institucional
El máximo accionista del CD Tenerife, José Miguel Garrido, ha recibido una oferta formal de 12 millones de euros por sus acciones, presentada por el inversor local Rayco García Cabrera. Con esta propuesta, García busca resolver la crisis institucional que atraviesa el club y establecer un nuevo modelo de gestión, manteniendo a Paulino Rivero como presidente, pero con un papel más ejecutivo.
Los grandes accionistas, incluidos Amid Achi y el propio Garrido, ven esta oferta como una oportunidad para concluir la venta del club y garantizar la estabilidad futura de la entidad. La transacción, que beneficiaría a Garrido con un importante retorno de su inversión inicial, traería consigo un cambio profundo en el organigrama del club, asegurando un sistema de decisiones más colegiado y menos unipersonal.
Un nuevo modelo de gestión para el futuro del CD Tenerife
El plan de Rayco García y Amid Achi incluye la creación de un modelo de gestión más colegiado y eficiente, similar al de otros clubes de Primera y Segunda División. Este nuevo enfoque daría mayor autonomía a los profesionales responsables de cada área, mientras que los accionistas mantendrían un rol menos activo en el día a día del club. Además, el futuro máximo accionista, García, se reserva la posibilidad de colocar a personas de su confianza en posiciones clave dentro del organigrama.
La intención de todas las partes involucradas es escenificar el cambio en la Junta General de diciembre, si bien el último obstáculo es acordar el precio final de la transacción. La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, ya ha expresado la necesidad urgente de este cambio, sugiriendo que el actual modelo es insostenible y que la transformación del club no puede posponerse más.
Un cambio inminente en la estructura directiva del CD Tenerife
El CD Tenerife se prepara para un cambio radical en su estructura directiva, liderado por Rayco García, quien ha presentado una oferta formal de 12 millones de euros para adquirir el control del club. Este movimiento no solo busca resolver la crisis institucional que afecta al club, sino también implementar un nuevo modelo de gestión que permita tomar decisiones de forma colegiada, en lugar del actual enfoque unipersonal que ha generado tensiones internas.
El nuevo modelo de gestión propuesto busca un enfoque más profesional y equilibrado, donde las áreas operativas del club tendrán mayor autonomía y los accionistas asumirán un rol menos visible en las decisiones del día a día. Este cambio también podría significar una mayor estabilidad para el club en el ámbito deportivo, algo que la afición y los directivos consideran esencial para escapar de la delicada situación clasificatoria en la que se encuentra el equipo.