Aunque de momento es poco auspicioso, tal parece que algunos de los dos se va a quedar con el buen hacer del delantero vasco
La situación de Sabin Merino es cuanto menos muy curiosa. El futbolista del CD Leganés está entre extender su estadía o salir, en donde el Real Oviedo se había manifestado interesado y ahora el Sporting de Gijón hace lo propio. Lo que deja ver una más de esas luchas en el ambiente que tanto gusta por estas épocas.
Por ahora el delantero o extremo está en plena estancia de expectativa. Tiene contrato firmado hasta mitad de año y entiende que salir de forma gratuita le da muchas ventajas frente a muchos de los jugadores que ahora mismo buscan una oportunidad. La amplia masa de ofertas de la Liga de plata prevalece y parece que por ahí va el camino.
Independiente de la actualidad, Sabin Merino es una prenda de garantía
Nacido en 1992 este delantero vasco tiene la posibilidad de desempeñar varias funciones dentro del terreno de juego. No solo como referente, puede jugar detrás del punta más avanzado, o como extremo en cualquiera de las dos bandas. Este curso no ha podido actuar más de 683 minutos representados en 15 partidos.
De esa suma de compromisos solo en 6 fue titular y anotó dos goles. Esa baja cifra es proporcional a la cantidad de minutos disputados, y como era de esperarse, a la confianza suministrada por parte del cuerpo técnico. Ya ha dejado en evidencia que puede llegar a los dos dígitos como el curso anterior donde jugó 40 partidos.
Ahora todo va a depender del poder ejercido por cada una de las administraciones
Lo primero que deben dejar expuesto es que el salario es un tema que tiene poco manejo. Sabin Merino tiene ganancias altas en Leganés, y lo menos que espera ya que llegaría con el pase bajo el brazo es igualar esa cifra, e inclusive mejorarla como pasa en la mayor cantidad de esos ejemplos.
Todo esto tiene un sentido especial y de momento las cosas van ligadas a ese efecto. Ya podremos ver cuál de los dos hace mejor la tarea, y cuál de ellos suma ese argumento para disputar la permanencia con más condiciones en una zona donde el talento escasea cada vez más.