Los malos resultados han agravado la situación del club respecto a la expectativas con el delantero
Sporting de Gijón vive un auténtico calvario, su comienzo frenético no corresponde al pálido instante que le tienen a punto de caer en las zonas del descenso. En ese tema la directiva ha preferido estar en silencio, y más cuando se trae a contexto el caso de Djuka, uno de los hombres mejor valorados en su sistema.
No quisieron venderlo en su día, y hasta llegaron a rechazar una oferta de compra por valor de 8 millones de euros. Hoy, no solo por el nivel individual sino por el grupal su precio ha caído al suelo, y ya no hay un solo club que se anime a intentar ir a por esos números en este instante.
De figura altísima en costos a lo que es ahora, Djuka ve frenada su progresión en el Sporting de Gijón
El jugador puede ser el más afectado con toda esta situación. Un total de 4 derrotas al hilo los tiene en la casilla número 18 con 35 puntos, y a 9 de seguir su desvanecimiento hasta caer en la zona roja de la tabla. La situación es compleja, dejando al jugador en un sitio delicado para su futuro.
De hecho él ha sido el primero en denunciarlo. Sabe que esto le tare consecuencias a futuro y quiere mitigarlo. Por ende ha pedido revisar su situación, contrastar las posibilidades y ejecutar a partir del verano la que mejor le convenga. Una cosa que Sporting no está dispuesto a tocar, porque considera de él su salvavidas económico.
Lucha contra el tiempo obliga al club a salir del fango
De cualquier manera por condiciones técnicas sigue siendo un futbolista muy bien valorado. El problema está en los valores tratados ya que el futbolista ha perdido mucho margen de mercado. Rayo Vallecano le sigue al tanto, pero según se ha podido saber estarían apurando para recibirlo si se queda con el pase en libertad.
Por ahora la incertidumbre se ha apoderado del sector, y el club ensimismado en su pensamiento está ad portas de perder a un jugador que en los últimos años ha sido su gran referencia ofensiva. De desperdiciar 8 millones de euros, a tener que perderlo sin coste, son los pagos a una administración que hoy se excusa en comportamientos internos deportivos sobre el mal momento.