Es noticia:

Trifulca en el palco del Pizjuán durante el derbi sevillano

Un polémico penalti y la euforia en el Sánchez-Pizjuán marcaron el último derbi entre Sevilla y Betis

El derbi sevillano, conocido por ser uno de los partidos más intensos del calendario, volvió a demostrar por qué tiene esa fama este domingo. El Sevilla se impuso al Betis por un gol a cero, gracias a un penalti polémico que desató discusiones dentro y fuera del campo, transformado por Lukebakio en el minuto 50 tras una mano de Diego Llorente en el área. A partir de ese momento, el marcador no se movió, pero el ambiente tanto en el césped como en las gradas del Sánchez-Pizjuán se calentó aún más, especialmente con los jugadores del Sevilla mostrando una bandera con el escudo del Betis tachado, lo cual fue visto como una provocación.

La celebración sevillista no se hizo esperar. Los jugadores dieron la vuelta olímpica por el estadio y Jesús Navas fue el más aclamado por los aficionados, en una muestra de euforia colectiva tras el ajustado triunfo. Los cánticos de la afición sevillista, la alegría en el campo y la tensión en el ambiente reflejaron el espíritu de este enfrentamiento histórico, uno de los más esperados cada temporada en La Liga.

A pesar de los incidentes, el fútbol fue el gran protagonista sobre el césped, con un Sevilla que se llevó los tres puntos gracias a un gol desde el punto penal.

Tensiones en el palco y en los alrededores del estadio

La tensión del derbi no se limitó al terreno de juego. Minutos después del pitido final, el conflicto se trasladó al palco de autoridades del estadio. Joaquín Caparrós, en un momento de euforia, se unió a los cánticos de su afición gritando “Otro año igual, otro año igual”, justo cuando pasaba cerca de él el presidente del Betis, Ángel Haro. Esta actitud molestó al dirigente bético, lo que generó un cierto clima de tensión, aunque afortunadamente la situación no fue a mayores. Según informan, Haro intentó despedirse de Caparrós, pero finalmente abandonó el palco sin aclarar la situación.

Antes del comienzo del partido, ya se vivió un momento de bronca en la zona noble del estadio. Los aficionados béticos desplazados comenzaron a cantar que “el palco es verdiblanco”, lo que llevó al expresidente sevillista, Del Nido Benavente, a dirigirse de malas formas a dos abogados del club. Según informaciones, Del Nido amenazó a uno de ellos, afirmando que le “partiría los dientes”. Estos comentarios añadieron más leña al fuego en un ambiente ya de por sí caldeado, típico de los derbis sevillanos donde las emociones están a flor de piel.

Presencia ultra y la intervención policial en los alrededores del Sánchez-Pizjuán

En los alrededores del estadio, la situación tampoco fue menos tensa. La Policía Nacional tuvo que escoltar a un grupo de radicales béticos que llegaron al estadio en medio de abucheos del público local. Muchos de estos seguidores llevaban vestimenta negra y tapaban sus rostros, encarando a cualquier aficionado que los increpaba. La presencia de estos grupos añade siempre una preocupación extra a la seguridad en los derbis, que ya de por sí requieren de un despliegue importante de fuerzas policiales para evitar incidentes mayores.

El llamado a disfrutar del fútbol quedó, una vez más, empañado por algunos incidentes dentro y fuera del estadio. La victoria del Sevilla fue celebrada con gran entusiasmo, pero también dejó huella la animadversión característica de este tipo de encuentros, donde la rivalidad entre los equipos va más allá del resultado en el marcador.

EGD Sevilla