Mucho más que tres en puntos en juego en el Benito Villamarín
El técnico del Sevilla FC, Jorge Sampaoli, ni siquiera ha podido pensar todavía en el derbi del próximo domingo ante el Real Betis. La que tiene encima el técnico argentino no se lo podía imaginar ni en sus peores pronósticos. Aceptó el cargo del Sevilla sin pensar mucho, creyendo, lo que muchos, que era un bache, que había plantilla para resurgir…
Pero la la realidad que se ha encontrado es la de un equipo muerto. En defensa solo rinde un Marcao que está siempre tocado físicamente. Los centrocampistas no tienen la energía necesaria para acudir a la presión. Los delanteros no marcan goles y los que deben poner el talento al servicio del equipo, lo hacen con cuentagotas.
Un Sevilla en caída libre
Ya no hablamos de enderezar la situación. Hablamos de mera supervivencia. El Sevilla ocupa puestos de descenso, con apenas 10 puntos en 12 jornadas. Pero todavía puede ser peor. Porque el domingo espera un Betis deseoso de acabar con el proyecto de Sampaoli. Un proyecto que no ha podido casi ni arrancar.
Desde su llegada se advirtió que había que sobrevivir como fuera hasta el parón del mundial. Que ya en enero, con el mercado de fichajes, se podría arreglar el desaguisado. Pero si uno analiza en profundidad… parece improbable que se puedan arreglar todas las carencias del equipo.
El Betis puede acabar con Sampaoli
A priori hace falta un goleador, un defensa central, varios centrocampistas con capacidad física… con la situación económica actual parece del todo imposible. Una realidad que va sintiendo poco a poco el entrenador del Sevilla. Hasta tal punto que Sampaoli podría pensar en dimitir si se pierde ante el Betis.
Quedan cuatro partidos antes del parón, todos complicados por razones distintas. Hoy ante el Manchester City no hay nada en juego. Pero saltar al Etihad sin la concentración que requiere un duelo de esa envergadura puede acabar en goleada trágica. Después en Liga dos rivales directos y deseosos de hundir más al Sevilla: Betis y Real Sociedad. La guida puede ser la Copa del Rey, donde el modesto Velarde puede encontrarse a un equipo absolutamente destruido.
