Los hispalenses podrían verse sumamente beneficiados si deciden aceptar la propuesta de las urracas
Desde que Newcastle United fue adquirido por los magnates petroleros, no han parado de sonar especulaciones en torno a sus fichajes de futuro. Ya se han hecho con Kieran Trippier, pero todo hace indicar que el siguiente paso lo van a efectuar desde el Sevilla con el nombre de Diego Carlos en carpeta.
El tema es que hasta la fecha el ofrecimiento no ha sido para nada consecuente con el nivel del brasileño. Es decir, los 25 kilos que pusieron sobre la mesa se quedaron cortos, y solo derivarán un futuro de acuerdo a que se acerquen al valor real, que es de 60 millones de euros como demanda su cláusula.
El precio ha sido acercado, sin embargo aún no hay trato entre el Sevilla y el Newcastle por Diego Carlos
La última propuesta se ha estirado a los 45 millones de euros, más un bonus en formato de variables, que ahora si parece ir del lado de las expectati9vas de Monchi. Esa variables deben contener al menos 10 kilos en dinero a rescatar, que marcan un poco mejor la escena propuesta desde el arranque.
De todos modos esto aún está sujeto a verificaciones y a lanzamientos basados en la estrategia del club. No pueden quedarse fuera de contexto ni mucho menos ahora que parece van a necesitar caudal económico para recomponer el ataque que ha perdido varias piezas fundamentales tras las pérdidas de En-Nesyri y Munir.
Además de Diego Carlos, Koundé está pendiente de un ataque
El remate de temporada de lo que si puede estar seguro todo el mundo es que no va a ser simple para el Sevilla. Y es que aparte de lo ya mencionado está la posibilidad de perder a Jules Koundé. El francés tiene dos ofertas sobre su mesa, una del Manchester City y la otra del Real Madrid. Lo que hace pensar que va a ser complejo sostenerlo.
Una de las figuras de la última conquista del club sigue al tanto y su valor no sería rebajado de 70 millones de euros. Lo que quita de efecto la seguridad en la zona, que esta pareja ha proporcionado durante todo este tiempo. Así pues habrá que esperar y determinar si efectivamente se va a ejecutar alguno de los dos movimientos.
