El jugador argentino está demostrando cosas que seguramente no se esperaban
El Sevilla FC marcha a tirones en este inicio de Liga. Han aparecido fichajes como el de Lamela pero Lopetegui está sumido en una encrucijada que quizás no se esperaba cuando se realizó la planificación. Porque el Sevilla FC era un cañón, con un once reconocidísimo por todos los seguidores.
Sin embargo, ese 11 está comenzando a tambalearse. Porque hay tres figuras que aprietan y mucho. Cuatro si contamos con la portería, donde un año más, Bono parece imponerse al que viene para ser titular. Pero en el 11 había 3 fijos, que eran Suso, Ocampos y Joan Jordán.
Lamela un incordio para Lopetegui
Los tres, seguramente, eran incluso lo mejor del Sevilla FC junto a Jesús Navas y la infalible pareja que forman Koundé y Diego Carlos. Sin embargo, en este arranque de temporada, Lopetegui ha visto cómo Erik Lamela ha llegado arrasando y llevándose todo a su paso.
El argentino está disfrutón, inspirado en los regates, fino en la conducción y está viendo gol con relativa facilidad. La explosión del argentino ha hecho que Suso sea todo lo contrario. Está espeso, no brilla y da la sensación de que está comenzando a perder el sitio.
Once de gala de Lopetegui en duda
Lopetegui tenía muy claro el 11 del Sevilla y ahora tiene un problema. Al igual que Lamela, Lopetegui también ve cómo el Papu le gana terreno a Ocampos y cómo Delaney se empieza a dejar ver como un mediocentro muy aprovechable. Muchos dirán que bendito problema.
Pero Lopetegui, en su trayectoria profesional, cada vez que ha tenido que gestionar casos como el de Lamela ha tenido problemas. Se vendió a Bryan Gil precisamente por eso, porque se estimaba que Suso era el titular y que el chaval en el banquillo era más un problema que una solución. Pero Lamela no ha venido de vacaciones a Sevilla.