El director deportivo tiene su punto débil y el extremo ha demostrado con creces su punto de vista
La historia entre el Sevilla FC, Monchi y Bryan Gil parece no tener fin. Si bien el extremo ya salió de la escuadra andaluz se tiene que decir que enfáticamente hay una acusación fundamentada que les involucra. El futbolista cedido en el Valencia se ha jugado un partidazo ayer, y el tema viene ahí, sobre su salida del Sánchez Pizjuán.
Viendo la manera en la que se ha entregado y las formas usadas para competir, se puede decir que están ante un crack que no se supo explotar. De hecho, parte de la crítica se ha volcado a elogiarle, ya que fue determinante para que los suyos tomaran aire y salieran del mal momento que les propuso el Athletic Club.
Sevilla pudo haber perdido por afán un crack en Bryan Gil es la enseñanza que queda implícita a la gestión de Monchi hasta ahora
El director deportivo es personaje muy experimentado, suele hacer las cosas muy bien y siempre deja en alto sus decisiones. Por lo regular su visión es muy acertada y hay que dejar claridad que en específico el tema Bryan Gil ha sido avalado por la junta directiva. Aunque ayer ha demostrado calidad y algo que en Sevilla no se ve, sacrificio.
Durante todo el partido tuvo la sabiduría de ubicarse tras los mediocampistas, y aunque partiera con desventaja supo moverse para llegar a zonas de peligro. Habilidad, velocidad, picardía y visión, falta un poco de precisión en el último tercio pero es claro que con trabajo lo puede conseguir.
A un paso de conseguir un título en tiempo récord
La cesión de Bryan Gil se termina este 30 de junio, y por el momento se espera su retorno a Londres. Lo que dejaría al cuadro che sin uno de sus mejores hombres, pero abierto a poder entrar en negociaciones fuera del contexto. De cualquier manera Monchi ha perdido a un talento diferencial, un jugador que brillado en solo dos meses con ritmo y continuidad.
Se cree que se ha apresurado y en contraprestación ha recibido un jugador que se ha lesionado. No han tenido fortuna y eso al final cuenta, de manera que las críticas caen en el director deportivo que tiene acostumbrada a su gente a tomar decisiones correctas y muy beneficiosas en lo económico para el club.