Ayer sábado 7 de Septiembre se cumplieron 55 años desde que el Sevilla y el Real Jaén inauguraron el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. Un estadio que comparte nombre con el que fue bautizado mejor presidente de la entidad sevillista de la historia. D.Ramón quiso dotar al club de un estadio mejor que el antiguo Nervión y creó un proyecto para su construcción. Aunque lamentablemente nunca vio la obra terminada por su inesperada muerte.
El Pizjuán sigue cumpliendo años de historia. Los más mayores recuerdan las tardes de gloria de la selección nacional, que lo estableció como estadio talismán; los partidos del Mundial de 1982, los derbis contra el Betis o aquella final de la Copa de Europa que se le escapó al Barça. No obstante, la entidad estuvo a punto de venderlo en los 90 y mudarse a la Cartuja pero afortunadamente tras más de medio siglo, el Sánchez-Pizjuán seguirá estando presente en la historia del Sevilla.