La sanción de la FIFA a Luis Rubiales por su conducta inapropiada con jugadoras inglesas, un duro golpe a su carrera y a la imagen del fútbol
La FIFA ha sancionado a Luis Rubiales, expresidente de la RFEF, inhabilitándolo tres años por su polémico beso a Jenni Hermoso. Pero ahora hemos conocido que Inglaterra lo ha acusado de cometer actos impropios hacia jugadoras inglesas. Este incidente, incluyendo besos y caricias no consentidos, ha dañado aún más su reputación y la imagen del fútbol actual.
El comité disciplinario de la FIFA expone acusaciones serias contra Luis Rubiales. Su conducta con jugadoras importantes del fútbol femenino como Laura Coombs y Lucy Bronze ha causado malestar y vergüenza, impactando negativamente en la comunidad futbolística.
Rubiales también besó y acarició a dos jugadores inglesas
Tal y como hemos conocido ahora, la Federación Inglesa ha acusado al ya expresidente de la Federación Española de tener una conducta impropia con dos jugadoras inglesas. Todo esto tuvo lugar durante la entrega de trofeos del pasado Mundial, cuando habría aprovechado para robar forzosamente un beso en la cara a Lucy Bronze.
Pero no queda ahí la cosa. Según la denuncia de la Federación de Inglaterra, Rubiales también habría acariciado la cara de Laura Coombs. Ante esta situación Debbie Hewitt, presidenta de la Federación Inglesa, ha confesado sentirse muy incómoda y avergonzada. Ahora solo queda esperar para ver donde acaba esta denuncia, aunque el expresidente ya ha confirmado que se tratan de mentiras todas estas acusaciones.
El impacto del escándalo en el fútbol y la FIFA
La conducta de Luis Rubiales, especialmente en un evento tan prestigioso como la final de la Copa del Mundo, ha tenido un impacto negativo en la percepción pública del fútbol. Las acciones de Rubiales no solo desprestigian su figura, sino que también afectan la imagen de la FIFA y el respeto por el fútbol femenino. Este escándalo pone de manifiesto la importancia de mantener un comportamiento ético y respetuoso en el deporte, especialmente por parte de figuras de alta autoridad.
La decisión de la FIFA de imponer una sanción tan severa refleja su compromiso con la protección de los valores del deporte y su deseo de enviar un mensaje claro sobre la inaceptabilidad de tales comportamientos. Esta sanción es un recordatorio de que la conducta inapropiada, especialmente en posiciones de poder, no será tolerada.