Una que se le abona al gringo en esta nueva etapa dirigencial que tendrá que afrontar el club
Antoine Griezmann es el jugador que mayores dificultades deportivas viene atravesando ahora mismo en el FC Barcelona. El delantero francés ha abierto la polémica de su salida, al admitir y destapar que no se siente a gusto ni en el plan del entrenador, ni en la forma en la que lo utilizan dentro del terreno de juego.
Ya en días pasados se había mencionado, y se había llegado a tocar la opción de partida a otro club. El tema es lo que cuesta sacarlo, ya que tiene contrato vigente con la institución catalana. Sus acciones en la selección de Francia fueron un despertar, y hoy parece cambiar de opinión. Su idea es entrar en el grupo de aceptación de los condicionantes económicos, bajándose su salario para no entrar en conflicto con el club.
Un ejemplo para otros pesos pesados tercos en la nueva dirección general del Barça
Óscar Grau ha dicho que todos en la institución deben entrar en la era de la reforma salarial. El FC Barcelona necesita ahorrarse 165 millones de euros esta temporada y tienen claro que el gran aportante de este tema tiene que ser el salario de los protagonistas. Griezmann ha sido el primero en aceptarlo, y hasta ha incitado a algunos de sus compañeros a dar el ejemplo.
Pero no todo ha ido como se espera. Algunos de los referentes del club han insistido en no prestarse para este re ajuste, argumentando posturas directas con la firma de su contrato. De una u otra manera los que lo han hecho en favor del bienestar del mismo, son los que la directiva va conservando y va metiendo en la lista de sus protegidos.
La demanda colectiva parece ser la medida cautelar que buscan los jugadores en su mayoría para imponerse
El famoso modelo del burofax ha vuelto a aparecer. En el FC Barcelona, y tal como sucediera cuando fuera el caso Messi, se ha impuesto este modelo para buscar remediar los males financieros. Algunos futbolistas no contemplan la idea de rebajar sus salarios, o al menos en los términos que el club busca imponer.
Por eso, el mismo abogado que llevó el caso Messi busca representar los intereses de la gran masa de futbolistas. No se puede retener de manera tan abrupta los pagos, y mucho menos extender en el tiempo el pago de los compromisos. Algunos jugadores acaban contrato ahora mismo, o en un periodo de dos a tres años. Esto es un conflicto cantado y que necesita acomodo. Todo está por verse.