Dirección deportiva y entrenador están buscando el nombre sin prisa aprovechando la ventana aún vigente
Se sabía nada más al comenzar la temporada que el caso del fichaje restante iba a salir a flote una vez el Zaragoza se plantara únicamente con lo hecho por Sabin Merino. Y es que parte de la premisa del desface defensivo, donde han encontrado la mayor de las problemáticas en la estructura hasta ahora identificada.
Para ello tienen algunas oportunidades, pero en voz de los mandamás del equipo se han sensibilizado y han establecido que la mejor de las medidas es ligarse al mercado del paro. Aunque eso sí, no bajo cualquier inclinación, buscan un jugador con vigencia como es el caso de Marc Navarro.
Para terminar de cubrir la defensa, llega este nombre que al equipo que establece cada fichaje en el Real Zaragoza le seduce y mucho
La zona directiva encargada de gestionar este tipo de movimientos lleva al menos un semestre analizando esta posibilidad. La idea es enfocar no solo las necesidades, sino el ADN del equipo, y juntarse con el resto de obligatoriedades como la prolongación del cuerpo técnico y demás para conjugarlo de la mejor manera.
Hasta el momento la sensación de éxito ha sido absoluta. El jugador viene de un periplo en Inglaterra donde tuvo la oportunidad de tener continuidad en el Watford hasta la campaña anterior. Ahora con la chance que abre el mercado de pero se establece que van a revisar las pretensiones, y evaluarán a través del Big Data muchos aspectos fundamentales antes de su firma.
JIM va a por todo por el ascenso
En la previa del partido ante el Málaga la sensación es impresionante. El equipo viene motivado, cohesionado y marcado por el positivismo que da haber sumado en condición de visita la última jornada. Aunque se hayan escapado los puntos teniendo en cuenta que llevaba una ventaja de dos goles, poco a poco va respondiendo el engranaje.
Para eso es importante tener todas sus piezas a disposición, y establecer cuál es el camino mejor marcado para no desviarse y caer en errores simples. Así que de darse lo de Marc Navarro hay una manera ya identificada de resolver un problema, sabiendo que a sus 26 años es un jugador solvente en los marcajes y fuerte en el juego aéreo.