El club blanquillo protege su cantera ante la fuga de talentos
El Real Zaragoza ha tomado una decisión contundente al expulsar a Jon Andoni Goikoetxea de su Ciudad Deportiva. El exjugador y actual ojeador del FC Barcelona fue vetado de las instalaciones del club aragonés tras la captación de varios canteranos por parte del equipo catalán.
La directiva blanquilla ha marcado así un límite claro en su lucha por proteger su cantera, tras ver cómo en los últimos meses varios de sus jóvenes talentos han sido seducidos por el Barça.
Las fugas que encendieron la alarma
Desde hace tiempo, el Zaragoza ha sido un club atractivo para los grandes equipos españoles a la hora de reclutar promesas. Sin embargo, la creciente pérdida de jugadores clave hacia La Masia ha generado un profundo malestar en el club.
La presencia de ojeadores de grandes equipos es habitual en la Ciudad Deportiva, pero la sensación de que el Barcelona ha captado demasiados futbolistas en poco tiempo ha sido el detonante de esta medida drástica.
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Expulsión de Goikoetxea: un mensaje claro
En este contexto, la entidad aragonesa decidió prohibir la entrada de Goikoetxea, quien acudía con regularidad para realizar seguimiento a los futbolistas de la cantera. La directiva consideró que su presencia no era bien recibida y actuó en consecuencia, enviando un mensaje inequívoco de que no tolerará más fugas de talento sin resistencia.
Si bien la medida no es habitual en el fútbol español, otros clubes han tomado decisiones similares para proteger sus academias frente a la captación de juveniles por parte de equipos más poderosos.
Un punto de inflexión para la cantera zaragocista
La decisión del Zaragoza supone un antes y un después en su estrategia de retención de talento. El club no quiere ser un simple proveedor de jugadores para otros equipos y busca consolidar su cantera como una estructura capaz de formar futbolistas para su propio primer equipo.
Más allá del Barcelona, esta medida podría ser un aviso para otros clubes que siguen de cerca la evolución de los jóvenes talentos zaragocistas. La pregunta que queda en el aire es si este movimiento será suficiente para frenar la fuga de promesas o si el Zaragoza deberá reforzar su proyecto formativo para hacer que sus jugadores elijan quedarse.