Como todo un entrenador el análisis del delantero ha sido absorbido por el grupo en masa de cara a la recta final de la temporada
Una de las claves para el momento agridulce que vive el Real Zaragoza ha sido señalada por Álex Alegría, el delantero de referencia que tiene Juan Ignacio Martínez en el equipo blanquillo. Y es que como ha podido quedar en evidencia, la ausencia de gol no solo de él sino del equipo ha sido un factor de alarma en estado general. Desde su parcela lo ha visto y no ha dudado en expresarlo enviando señales de restauración.
Alegría ha sido clave en afirmar que el equipo carece de concreción no por la ineficacia de él y sus compañeros, sino porque el equipo no está generando las opciones que debería. La insostenibilidad defensiva les pasa factura y si luego no se es capaz de generar opciones para agredir el resultado va a terminar siendo siempre el mismo. Un duro señalamiento a la estrategia del entrenador que deberá mover fichas si pretende alcanzar el objetivo de la permanencia.
La sentencia de Álex Alegría en Zaragoza va por la ruta de encontrar socios en ataque
Para escudar un poco este flagelo, el delantero ha enviado una señal evidente al cuerpo técnico. Su idea va de la mano con su estilo de juego y cree fielmente que el manejo de la estrategia debería tener algunos cambios. Por ejemplo jugar con dos delanteros. De esa manera él se siente más cómodo, arrastrando marcas y llevándose la referencia de los centrales para abrir espacios a alguien que llegue al espacio vacío.
Con su estilo es apenas lo indicado, y ha expresado que es una alternativa que se debería manejar. Además solventar las falencias defensivas ajustando algunas variaciones en la manera de asumir marcas y de ir a las pelotas divididas. Al final el equipo que tienen es muy bueno; pero carece de convicción para asumir los grandes retos y es lo que pretende hacer llegar a todos.
Una vez se ganen dos partidos seguidos el equipo tomará la confianza necesaria
También ha quedado tiempo para hablar de las proyecciones. Alegría es consciente de que el grupo que han conformado es potencialmente bueno. Hombre por hombre son mucho más de la posición que tiene actualmente y eso es algo que le raya en su momento. Ha definido que no está en su mejor nivel, pero es por su estilo de juego, entra poco en contacto con la pelota y eso le limita.
Una vez que el equipo logre ajustar dos triunfos al hilo las cosas cambian, tema de momento no ha sido posible y que les tienen en medio de la penumbra. Dejar la portería en cero es otra materia pendiente e invita a JIM a que varíe en busca de la combinación perfecta. Gente de calidad y experiencia posee, y falta ese toque de convicción que todos buscan. ¿Lo hará el entrenador?, esa es ahora la gran incógnita.