Poco a poco el entrenador ha ido perdiendo credibilidad sobre todo si se observan los resultados y la ubicación en la tabla general de posiciones
Desde que Pacheta ha tomado el mando del Real Valladolid aparte de las palabras de adorno la sensación es la misma, incertidumbre absoluta. El entrenador no ha podido cuajar un equipo importante que sea capaz de dejar atrás los malos resultados como efecto de su nombramiento, y con el paso de los días la situación se torna insostenible.
Pero que las respuesta sean en el campo como se habla en las previas, es su responsabilidad directa. No hay aguante y lo que peor raya la relación es el ver de qué manera asume la realidad. Muy a lo Guardiola, se habla mucho del proceso aunque lo realmente palpable quede a un lado. De hecho el empate en su campo ante Málaga es la muestra fehaciente de este postulado.
Con la convicción decaída Pacheta no hace más que sacar excusas en el Valladolid
El margen se acorta, pero vista la pasividad de Pacheta es muy común ver las respuestas de la gente a su trabajo. Las redes sociales lo han demostrado, y de hecho se nota. El nuevo empate en el José Zorilla es el pago a un equipo que tiene volumen de ataque, pero que carece de finalizadores como en algún momento tuvo.
Lo dijo en la previa, se enfrentaron a un equipo alegre que les pondrá las cosas muy difíciles. Sobre lo que está sucediendo ha dicho que están ante una competencia muy larga y apretada, que aunque parezca complejo de entender se define en los meses de enero en adelante. De repente ves a equipos que arrancan a toda máquina y luego se caen. Y pasa lo mismo en lo adverso, equipos que no van bien y se meten en Playoffs. Irreconocible análisis.
Cree que las bajas más las lesiones condicionan el trabajo el día de la exposición
La entrada de algunos juveniles ha hecho que se armonice el tema. Algunas bajas por lesión o sanciones más los convocados a sus selecciones van dando la muestra. Para ello manifiesta que las convocatorias deberían eliminarse y así darle mayor ritmo a la competencia. Además, ha culminado diciendo que en el empate en Ponferrada han salido aplaudidos, pero luego son los puntos los que mandan.
El mensaje sigue sin ser claro y la frustración empieza a caer. Máxime cuando él mismo se exige respuestas pues afirma que trabajan bien durante la semana. Tener los puntos cada fin de semana es imperioso y de a poco cree que van a ir mejorando al respecto. Un tema que ha explotado, y que escandaliza a una afición que se había acostumbrado a la máxima categoría.