Al delantero le siguen tentando, ahora la decisión pasa por las directivas del club andaluz
Sigue siendo Carlos Fernández un delantero al que varios clubes le siguen la pista, intentan instigar sobre su precio y le buscan como alternativa de fichaje. Sin embargo, el Sevilla ha estado muy austero y ha impedido cualquier acercamiento de acuerdo con sus planificaciones lideradas por la dirección deportiva. De ahí que se entienda, es Monchi el actor que determina en este instante qué sucederá con el fututo de la revelación de la campaña anterior.
Por él siguen solicitando 10 millones de euros, pero ha pasado la línea media del mercado invernal y hasta el momento las respuestas han sido nulas. Prácticamente le están condenando a tener que cumplir un contrato en el cual él y los allegados al club saben que no va a tener relevancia. Por duro que parezca, es una situación real con la que se busca mediar antes del cierre oficial del libro.
Con el precio de Carlos Fernández listo, ahora es el turno de los agentes vascos de insistir hasta conseguirlo
En el complejo nervionénse no van a poner problemas siempre y cuando las condiciones sean igualadas, es decir, si se paga el valor justo y el club en pleno decide aceptar una oferta por el punta. Pero con tanto inconveniente de tipo económico nadie puede asegurar nada, incluso, se hace complejo llegar a esta cifra tratándose de quién se trata y con el bajo ritmo que acarrea.
Desde luego ha desatado la furia del protagonista que ve como pasan las semanas y sus opciones de tener continuidad se van eliminando de a poco. Un llamado de atención que ya han elevado él y su representante, más que nada porque sabían que la oferta Txuri Urdin es inigualable. Así, se ha popularizado una decisión compleja, que bien o mal tendría su efecto en el pago integral a revisar profundamente.
Tema resuelto: jugador, agente y club han entrado en un estado de entendimiento
Ya en este instante, las cosas han tomado otro sentido. Carlos Fernández ante la imposibilidad de salida inmediata ha dicho que va a respetar el contrato que va hasta junio de 2022 a fin de presionar por su salida a la baja. En 6 meses entra en su último año lo que invita al Sevilla o a dejarle ir de forma gratuita o a negociar con otra institución por valores mucho más conseguidos.
Es un proceso habitual y que no tiene complejidades, además porque es una petición formal que lleva ya al menos 6 meses en tratamiento. Si las cosas salen como se tiene previsto, Carlos Fernández al comienzo del mercado estival podría rebajar su valor de salida al 50%, 5 millones por un delantero que no solo brilló, sino que metió por primera vez en su historia al Granada en un torneo internacional.