Los donostiarras han mostrado fuerza bruta en relación a la competencia, con gestiones más directas
Carlos Fernández sigue siendo uno de los jugadores más valiosos en este mercado de fichajes de verano. El punta de Sevilla ya ha sido notificado que no va a ser tenido en cuenta en el equipo de Julen Lopetegui, por lo que se hace apenas necesario salir a enfrentar la dureza de la ventana tratando de conseguir un equipo dónde desempeñarse.
Novias no le han faltado, y en España tiene al menos tres: Granada, Real Sociedad y Celta de Vigo. El primero es el club en el que se ha desempeñado el último examen, pero el más bajo en probabilidades por las condiciones que ofrece. Mientras que la Real le quiere a título definitivo, igual que el Celta, los granadinos solo están al tanto de una cesión.
Los registros del delantero concuerdan con la ambiciosa propuesta hecha por los vascos
A sus escasos 24 años, este delantero ha estado a la altura de las circunstancias en lo que se refiere al nivel y el rol que tenía que protagonizar. En Granada anotó nada menos que 14 goles en los 40 partidos que disputó en su última temporada. Pilar fundamental de la clasificación a la Europa League, y un punto de referencia para los rivales.
Benfica se había adelantado en el hecho, pero las negociaciones se han roto. Ahora los residentes de Anoeta proponen la venta de William José, y acceder a título definitivo con Carlos Fernández, una apuesta por su talento a escala. Le pondrán un salario muy alto, y le darían un lugar en la plantilla que bien es un tema a revisar con lupa.
El club viene trabajando fuerte en los fichajes, tras el antecedente de David Silva
La ambición es entregar un buen papel en el torneo internacional. Por eso han hecho extremos esfuerzos en contratar gente de nivel como el ex Manchester City David Silva. A diferencia del Celta que ha tenido enormes inconvenientes, tienen una solidez financiera aún mejor, y ofrecen jugar en una de las plataformas de exposición más vistas de todo el mundo.
Parece irse desenredando el asunto, en Vigo la única alternativa es soltar a Santi Mina y todavía no hay presiones fuertes en su lugar. Mientras en San Sebastián lo tienen todo calculado. Monchi sigue esperando, el que primero se arrodille es el que se confiesa y esa parece ser una política a la que pretende no abandonar ahora.
