La historia de Álvaro Odriozola y su regreso al fútbol es un relato que encapsula no solo la esperanza de una recuperación sino también la cruda realidad del deporte profesional
El Real Madrid, después de varias temporadas con Odriozola sin encontrarle un sitio en su esquema, decidió finalmente venderlo el pasado verano por tres millones de euros. Un movimiento que, visto desde la perspectiva actual, parece haber sido astuto por parte del conjunto blanco.
Odriozola, con la ilusión de volver a disfrutar del fútbol en su país, se unió a la Real Sociedad, un club que conocía bien y donde esperaba revitalizar su carrera. Sin embargo, las cosas no han salido como se esperaba. La expectativa de que se convirtiera en el lateral titular se ha visto truncada por el excelente rendimiento de Hamari Traoré, relegando a Odriozola a un papel marginal en el equipo.
La Real cayó en la trampa de la presión del fichaje por el Athletic
Con solo dos partidos de liga jugados y un total de 90 minutos en el campo, la situación de Odriozola se antoja complicada. Su último partido, donde fue sustituido al medio tiempo, no hizo más que confirmar las dudas sobre su nivel actual. Este escenario ha llevado a una caída en su valor de mercado, que ya se estima en un millón de euros menos de lo que la Real Sociedad pagó por él hace solo tres meses.
La comparación entre Odriozola y Traoré es especialmente dolorosa para la Real Sociedad. Mientras que Traoré llegó a coste cero y se ha convertido en pieza clave del equipo, la inversión en Odriozola parece, hasta ahora, no haber rendido los frutos esperados.
El Real Madrid se quitó un problema de encima
El Real Madrid, en este contexto, parece haber hecho un negocio redondo, vendiendo a un jugador que no tenía cabida en su plantilla y obteniendo un beneficio económico en un mercado inflacionado. Para Odriozola, este capítulo representa un duro golpe en su carrera, una lección sobre la volatilidad del fútbol y la importancia de aprovechar las oportunidades cuando se presentan.
Aunque el futuro es incierto, queda claro que tanto Odriozola como la Real Sociedad tienen mucho trabajo por hacer si quieren convertir esta temporada en una historia de redención. Para el jugador, queda la tarea de demostrar su valía y luchar por un lugar en el equipo. Para el club, el reto será justificar su inversión y sacar el máximo provecho del talento de Odriozola. La historia aún no ha terminado, pero las próximas jornadas serán cruciales para definir el legado de Álvaro Odriozola en su regreso a casa.
