Aritz Elustondo lo ha hecho público a través de la una entrevista
La Real Sociedad comienza a asumir que va a ser misión imposible retener a Martin Odegaard una segunda temporada en el club. Lo más normal es que el Real Madrid lo reclame una vez finalice el curso actual. Eso sí, desde el club donostiarra ya están buscando formas poco convencionales para conseguir que el noruego siga en su plantilla.
Así lo ha reconocido su compañero Aritz Elustondo en una entrevista publicada por la propia Real Sociedad en su canal oficial: “Puedes estar tranquilo Si hace falta ya voy el año que viene a Madrid y lo agarro del pescuezo y lo traigo para aquí”. Una respuesta de lo más original pero que no servirá al club donostiarra para mantener a Odegaard.
El central donostiarra también tuvo tiempo para hablar sobre la final de Copa del Rey: “Hemos tenido un largo camino para llegar a esa final y encima con muchísimo mérito. Hemos sido el único equipo que ha ganado todos los partidos, eso es algo difícil, pero está claro que el partido que hay que ganar es la final”.
Sería injusto que el partido decisivo no se jugara: “Hemos hecho muchísimos méritos para poder llegar a esa final, y estamos mentalizados de que se tiene que jugar y de que se va a jugar. Y se tiene que ganar por nuestra afición. “Creo que todavía no ha llegado el momento de hablar de esto, porque no se ha decidido nada”.
Dan por hecho que jugarán a puerta cerrada: “Es muy difícil que haya aficionados en la grada, parece que en uno o dos meses también el asunto no va a estar zanjado, y yo pienso que sin afición no somos nada, que tiene que haber gente en la grada apoyándonos, como estaba siendo hasta ahora, creo que ya llegará el momento de decidir. La mayoría estamos de acuerdo en que no puede haber fútbol sin nuestra gente”.
Autor del primer gol tras la remodelación del estadio ante el FC Barcelona: “Se queda en el recuerdo, fue muy bonito, es verdad que faltaba un fondo en el estadio, pero se notó el calor de la afición. No pudimos conseguir la victoria, pero fue inolvidable, sentí un orgullo muy grande”.
