El francés se ha cansado de ser apeado por un sector de la prensa y la afición merengue
Mucho ha tenido que soportar Raphael Varane en el último tiempo a cuenta de sus errores puntuales en partidos decisivos, momentos que han costado puntos e incluso títulos. Así que puesto en contexto ha sido el propio jugador el que ha determinado su afán por partir pidiendo a los jefes máximos libertad. Este mercado ya no podrá ser pero se tiene claro que será el siguiente el que lo defina.
No puede jugarse dos partidos de seguido, desde que está en la capital ha tenido ese problema y ya para Zidane está calcado. Necesita alguien que tenga el empuje de jugarse todo, cada tres días y con la energía que eso demanda. Por eso ha sonado el Villarreal, que tiene entre sus filas a Pau Torres, quizás el mejor central del momento en LaLiga Santander.
La petición de Varane su suma al caso Ramos que demanda mucha energía en el Real Madrid
A sus 27 años y luego de pasar un largo periplo por el Real Madrid, Varane entiende que su momento ha llegado. No va a forzar más su rendimiento por cumplirle a una afición que le señala por lo malo y no por lo bueno. De manera que su representante se ha abierto a la puja y le ha puesto en carpeta, dejando como saldo algunos potenciales acuerdos con clubes de la Premier, que son los que mejor ofertas realizan.
El Chelsea, Manchester United y Manchester City son los que han delegado esa intensión. Estos tres clubes se han interesado, más allá de que cada uno de ellos tiene intensiones distintas. El cuadro ‘blue’ espera que se le venza su contrato (junio de 2022) para ofrecerle el doble de su ficha. Mientras los otros dos, están a la espera de conocer las intensiones inmediatas en el campo económico.
Pau Torres de inmediato se ha metido en la lucha por llegar a Chamartín
Por un lado esta situación y por el otro, la posibilidad de incluir a Pau Torres en la lista de futuribles en la capital. Su excelente desempeño le ha hecho ganarse un lugar en la mente de los directivos del Real Madrid que siempre suelen quedarse con lo mejor. El activo del Villarreal ha destacado esta temporada bajo el mando de Unai Emery que le ha sabido aprovechar.
No obstante, la exigencia es muy alta, y al parecer no se van a bajar de los 60 millones de euros que reposan en su cláusula de rescisión. Un motivo de sobra para que se enfoque todo en el convencimiento. Es más se habla de la posibilidad de incluir uno que otro futbolista, de manera que la repercusión final sea menor. De momento el tema va de esa manera, y nadie afirma nada a falta de oficializaciones.