El club enfrenta un problema persistente con los ultras, que continúan reuniéndose cerca del Santiago Bernabéu exhibiendo banderas franquistas
El Real Madrid celebró recientemente su título de LaLiga, pero la inquietante presencia de banderas franquistas alrededor del estadio Santiago Bernabéu ensombreció la festividad. Aunque los expulsaron del estadio en la temporada 2013-2014, los ultras siguen reuniéndose cerca del estadio, donde exhiben símbolos franquistas que preocupan por la continua influencia de grupos violentos en el entorno del club.
La reaparición de estas insignias vinculadas con el pasado dictatorial de España ha desatado un debate sobre la persistencia de ideologías extremistas. Aunque Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, implementó medidas para erradicar la influencia de los grupos radicales.
El día en que Florentino Pérez expulsó a los Ultras Sur del Bernabéu
Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, eliminó a los Ultras Sur del Santiago Bernabéu hace casi una década. Su compromiso con esta causa comenzó en el año 2000, priorizando la eliminación de este grupo radical. La expulsión definitiva se logró una década después, con el cierre de la sección ocupada por los ultras y la creación de una nueva grada.
En 2014, Pérez también fundó la Grada Joven como una alternativa inspirada en el Borussia Dortmund. Este proceso estuvo marcado por desafíos como amenazas y profanación de la tumba de Pitina, esposa del presidente. Sin embargo, la grada actualmente reúne a unos 2000 aficionados comprometidos con animar al equipo sin odio ni violencia.
El reto actual, combatir el racismo y la violencia
Los esfuerzos de Florentino Pérez al crear la Grada Joven fueron un paso importante en la lucha contra la violencia y el odio en el fútbol. Sin embargo, la aparición de incidentes racistas en LaLiga evidencia la necesidad de fortalecer estas medidas y mantener una postura firme contra el racismo, la xenofobia y la violencia.
El club debe asegurarse de que el entorno sea seguro y respetuoso para todos, permitiendo que sus aficionados disfruten del fútbol sin preocupaciones por los discursos de odio. La dirección del Real Madrid debe reforzar sus estrategias para combatir estos comportamientos en el fútbol español.