Un adiós memorable en la final de la Champions
La XV Champions League conquistada por el Real Madrid no solo eleva al club a un nuevo nivel colectivo, sino que también destaca a figuras individuales como Toni Kroos. La victoria sobre el Borussia Dortmund en Wembley marca un cierre dorado para la carrera del centrocampista alemán. Kroos se despide del fútbol en el Madrid de la mejor manera posible, añadiendo una sexta Champions a su palmarés personal, igualando así la mítica hazaña de Paco Gento.
Un viaje histórico hacia la grandeza
El 25 de mayo de 2013, el Bayern Múnich se coronaba campeón de la Champions al vencer 1-2 al Borussia Dortmund en Wembley. El emblemático estadio londinense guardaba cuentas pendientes para los de Dortmund, pero también para Toni Kroos.
En aquel entonces, Kroos era parte del Bayern dirigido por Jupp Heynckes, pero un desgarro muscular en los cuartos de final contra la Juventus le impidió participar en las etapas cruciales del torneo. Sin embargo, esa Champions todavía figura en su historial personal.
Al año siguiente, con Pep Guardiola al mando del Bayern, el Real Madrid fue el verdugo que les impidió llegar a la final. Guardiola decidió no retener a Kroos, y 25 millones de euros facilitaron su traspaso al Madrid.
Renacimiento junto a Modric y Casemiro
Después de una temporada en blanco, Kroos encontró en Luka Modric y Casemiro a sus socios perfectos, lo que llevó al Madrid a conseguir tres Champions consecutivas bajo la dirección de Zinedine Zidane. Muchos madridistas consideran este trío como el mejor centro del campo de la historia del club.
Aunque se les veía como veteranos hace dos años, cuando ganaron la Decimocuarta en París, demostraron que aún tenían mucho que ofrecer, silenciando a quienes pedían su retirada.
El final de una era dorada
Con Casemiro cambiando de equipo la temporada siguiente y Ancelotti relegando a Modric a un segundo plano, Kroos asumió un rol más destacado. Dejó una impresión duradera en el partido de ida de semifinales en Múnich, donde controló el juego y frenó el ímpetu inicial del Bayern.
En ese encuentro memorable, Kroos asistió a Vinicius para el 0-1, un gesto de clase que elevó su estadística personal a casi un centenar de asistencias, incluyendo la última a Carvajal en la final. Aunque no es un goleador nato, se despide del Madrid con 28 goles en su haber, una cifra considerable para un centrocampista.
Se marcha del club de manera discreta, tal como llegó. El verdadero estruendo lo hizo la afición, que coreó su nombre hasta hacer retumbar todo Wembley en su honor.