Todo está planteado como una estrategia liderada por el presidente merengue
Con cara de pocos amigos parece hacer frente el Real Madrid a lo que se viene. Su entrenador, Zinedine Zidane ve con basura en el ojo el hecho de no contar con muchos efectivos diferenciales en el ataque, y espera el verano sea la ventana precisa para dar la estocada. Para ello ha pedido a su presidente la revisión de los casos, y espera como exigencia, se adelante el tema Mbappé.
A esto le han respondido, el interés de hacerse con alguien de ese perfil se ha diversificado, y ahora han encontrado en la Premier League, el candidato perfecto. Se trata de Raheem Sterling, que el otro día y llegando del banco supo desenredar un compromiso que hasta entonces estaba bien embolatado.
Su velocidad, picardía para encarar y ese efecto natural que tiene al ser un hombre de banda le han dado el derecho a saltar como una de las figuras de la cancha. Serviría perfectamente en esa idea de mostrarse como puente para la salida de Bale que poco y nada ofrece al equipo, y de apoyar a Hazard y Vinicius, presente y futuro del club en ataque.
Mbappé sigue estando primero en la lista
No obstante, hay quienes dicen que se trata de una simple estrategia cuya finalidad no es otra que hacer del boom un hecho real para desviar la atención. Toman todo lo que tienen a la mano, incluida la facilidad evidente de Sterling por aceptar una oferta del merengue. Y eso se lo debe principalmente a la sanción impuesta por la UEFA a su club.
En el mejor momento de su carrera no va aceptar quedarse dos años sin disputar la máxima competencia de clubes de Europa. Tampoco esperará en caso de no salir favorable la apelación para regresar y golpear la mesa con el City, Sterling necesita continuidad y para eso habría elegido al Real Madrid. Zidane por su parte no traga entero, entiende el juego de palabras y guiones y sigue esperando tranquilo por su gran deseo.
Mbappé es de los que están en la lista el que la tiene más complicada. Su elevado salario y además, las peticiones exageradas del PSG le complican el paso. A eso Florentino pretende llevar las cosas con calma, tratando siempre de forzar lo menos posible la negociación, y esperando que se de con naturalidad. Los tiempos es lo que ahora mandan, y el verano se muestra muy prematuro. Veremos cómo se llevan a cabo las inserciones.