Un paso al frente por parte de la dirección deportiva en la ruta por ir de la mano con los objetivos más inmediatos
La situación con el capitán del Real Madrid ha sufrido una metamorfosis bien interesante en estos últimos meses, Sergio Ramos y todo este boom de su extensión de contrato no ha pasado desapercibido y tiene con los pelos de punta a cuerpo técnico y afición. Es una medida agresiva, más que nada porque está en juego la estabilidad del equipo, y además económica. Medida suficiente para considerar en el Real Madrid la presencia de Ezequiel Garay, un veterano de mil batallas ex del Valencia CF.
En el tema del nacido en Camas no ha habido acuerdo, ni por el tiempo del contrato y mucho menos por los valores fijados, y ahora mucho menos tras conocerse la última decisión del jugador en medio de la crisis. Ramos ha tomado la iniciativa de someterse a una cirugía para corregir todos los problemas en su rodilla izquierda, es decir, un tema preventivo que pone en serio peligro el rendimiento inmediato del club.
La alternativa a Ramos corre por cuenta de Garay, así lo han dejado caer voces autorizadas por el Real Madrid
El camino es la continuidad, sinceramente en este instante las cosas han estado inclinadas a este hecho. No hay motivos alejados para pensar lo contrario y en la ruta de tomarlo o no, las dos partes han llegado a la conclusión que su mejor decisión es esa. Ahora bien, que se haya sometido a la cirugía supone un problema, y es con respecto a los partidos más cercanos.
No ha sido buena la respuesta del equipo sin su presencia en el campo, recientemente ha perdido ante Levante y Alcoyano, lo que deja en evidencia la necesidad impetuosa de ponerle sobre el césped. Es un activo invaluable, que con su sola presencia genera la reacción suficiente para poner en jaque a los rivales. Quizás de ahí que surja el nombre de Ezequiel Garay que al continuar sin equipo puede sumar de inmediato y sin coste.
Zidane ha dado su aprobación, al argentino le pueden llevar como salvavidas
Tanteado ante la posibilidad no cabe duda que la aceptación ha sido contundente. Zidane ha pedido revisar su hoja de vida y entre la dirección deportiva y la presidencia ya han estado analizando las opciones. Garay es un jugador experimentado cuyo gran obstáculo siempre será el mismo, el pago elevado de su ficha. Pero se deben tener en cuenta algunos aspectos, como el tiempo del vínculo, y las condiciones en las que llega.
Él por su parte sabe que no es el mejor escenario y que debe recurrir a la merma en sus aspiraciones. Normal hasta acá, pero todo eso se suple con un tema ya impuesto que es la opción de vestir la camiseta más ganadora en Europa, el sueño de todo jugador y más tras llevar algunos meses de baja por el término de su contrato con Valencia. La chance se ha expuesto, ya el resto corre por cuenta de los implicados.