Para la muestra están los derechos televisivos que al cuadro catalán le dejan un margen importante de ganancia
Hay algo que mueve el fútbol que nadie puede controlar más que ellos mismos. Cada equipo, y en especial, los grandes, establecen criterios de cobranza en temas como las transmisiones de televisión que están lejos de la imaginación de cualquier mortal. En el caso exacto del Real Madrid pasa, y más con Messi a bordo de todo esto.
El escándalo de su salida hacía otros mercados ha hecho esparcir una polémica que de hecho está siendo argumentada a medida que pasan los días. Y es que si la pulga se decide finalmente a pasar su carta de renuncia, al equipo le quedará un saldo en rojo que les afecta el bolsillo fuertemente así no sea un actor propio de alegría en sus filas.
Todo producto de la afectación en temas como “la burbuja del fútbol en televisión con operadoras telefónicas”, que se está terminando, llevarían al calvario absoluto. No es un secreto, Florentino Pérez tiene en medio no solo la construcción de su plantilla a futuro, sino también las amenazas del capitán blaugrana que lo ponen en jaque administrativo y hasta económico.
A día de hoy mucha carga en cuanto a lo numérico lo soportan justo ahí, Barcelona es un club que en sus últimas gestiones viene acarreando un déficit absoluto y esto termina siendo toda una lapida a los malos procederes. Queda muy poco tiempo, y convencer a Messi de que extienda su vínculo se antoja como el procedimiento más inmediato.
Real Madrid por su parte espera que no sea así, sabe que Messi es el jugador que más les ha amargado la vida en los últimos años, pero no desconoce su influencia en esos campos que les da mucho margen de acción. Ya pasó con Cristiano, podría pasar ahora con el argentino, el fútbol español podría estar ante una crisis sin precedentes.
