El entrenador del Real Madrid quiere un refuerzo en un puesto concreto en el que ve debilidad del conjunto merengue
Lo que es desgracia de unos es la alegría de otros, aunque eso parece ser diferente entre culés y merengues. Si bien no hay muchos motivos qué celebrar en la capital, al menos la temporada triste del Barça ha hecho salir a flote una que otra sonrisa en el entorno, paleando un poco las frustraciones a las que los de Zidane se han visto envueltos.
Pero en las últimas horas ellos han decidido hacer frente y destrabar el asunto. Ya dicho en voz de su presidente que no iban a afrontar muchos ataques, por la economía debilitada y porque confiaban mucho en el potencial de la plantilla. Sin embargo, Zizou lo ha pedido, y el centro de la cancha necesita acciones urgentes que no serán cubiertas por Pogba claramente.
Ayuda al descanso Modric
Lo de Pogba ha estado rodeado de muchos tintes, primero la imposibilidad directiva para hallar viabilidad, y segundo, su flojo nivel tras haber regresado de una importante lesión en una de sus rodillas. Los 150 kilos exigidos han sido tomados como una burla, y la respuesta ha sido desviar el camino hasta ponerse en ruta de Sergej Milinkovic-Savic.
Es el alma de la Lazio que tras 10 años ha vuelto a meterse en una fase de grupos de la UEFA Champions League. Junto a Ciro Immobile ha sacado el proyecto adelante, y los ha puesto en la cuarta colocación de la durabilidad y ríspida Serie A. Es el eje, el jefe de las salidas, y el motor en recuperación. Su temporada ha sido fantástica, y más que eso, ha sido contrastada por lo hecho la campaña anterior.
Milinkovic-Savic objetivo del Real Madrid
Florentino ya ha activado las primeras maniobras, y en ellas está el hecho de haber cuestionado el valor inicial. Lazio entendiendo que se trata de uno de sus valores mejor ubicado lo ha puesto en el orden de los 90 millones de euros de entrada, un precio alto pero asumible para custodiar a Casemiro en esa función.
Incluso Zidane se ha abierto a las diferentes posibilidades y ha admitido que con el serbio de 25 años puede incluso cambiar el sistema de juego, todo en función del equipo. No descarta el doble pivote y con eso limitar las demandas de esfuerzos que cumple el brasileño. Todo muy positivo, además de su presencia para ganar por arriba, el aplomo defensivo y su excelente técnica para controlar y salir limpio. Veremos.