El central merengue no para de instigar a sus jefes con una idea salida de contexto
Hace ya un tiempo considerable que Sergio Ramos viene presionando por una mejora de sus condiciones laborales en el Real Madrid. Las posturas no han sido nada apropiadas, y los roces con Florentino Pérez desde la presidencia se antoja bastante altos. Poco a poco se ha delimitado el tema y hoy el caso es que sigue sin resolverse.
Para ello el central de Camas ha usado muchas instancias, y hasta ha recurrido a la figura de su hermano y representante, René Ramos. En una ocasión utilizó el requerimiento del Manchester United, y hoy quiso hacer lo propio ante el pedido constante de un equipo de la Superliga China. El caso es que Ramos supera los 32 años, y tras eso, la filosofía del club no varía, se extienden contratos a un año sin excepciones.
De momento su contrato está vigente hasta junio de 2021, una temporada y monedas, sin conclusiones finales para la extensión del mismo. Desde la presidencia esperarán hasta el final de ese periodo para lanzar la prolongación hasta 2022, aunque el jugador prefiere que se haga hasta 2023, un año después del mundial al que llega in extremis con 36 años de edad.
A Ramos se le está agotando la paciencia
Nadie se plantea la posibilidad de una partida de ese calibre, y menos en estos instantes. Pero Ramos está convencido que puede sacar una buena tajada y por tanto presiona. Florentino por su parte no se deja intimidar y se acoge a la cláusula de rescisión. Si un club pretende a Ramos deberá pagar lo que está estipulado, o esperan a que sus tiempos se venzan y salga sin costo.
Mismo caso con Luka Modric, al que parece las opciones se reducen a explotar con su talento en lo que resta de campaña. Todo está muy caliente, a Ramos en una ocasión le tocó asumir su palabra, quedándose y re afirmando el amor por la elástica. Pasó en verano, cuando las presiones lo ponían más cerca de China que de la capital española.
A esto parecen quedarle pocos capítulos. Ya nadie soporta la presión y todo indica que los términos deben ser puestos en balanza. Por un lado la dilatada relación hace indicar que todo terminará allí, por otro René afirma que Ramos no se irá, pero alguna conclusión ha de salir de la siguiente reunión pactada para el final de la temporada.
