Ahora más que nunca se ve la luz que puede llevar al argentino a las filas del club merengue
En el PSG existe la especulación que el ciclo de Mauricio Pochettino podría acabarse, teniendo como principal protagonista al Real Madrid, el club que pretende abrirle camino para su arribo de nuevo a España. Todo esto nace porque en su contrato existe una cláusula que afirma que el entrenador puede salir ante la eventualidad de recibir esta oferta.
Por supuesto es una regla que tiene más aristas, debido a que existen jugadores involucrados y la posibilidad que haya migración de activos de un sitio a otro. Esto permite un mejor modelo de empleabilidad para él y su grupo de trabajo tal y como se ha venido exigiendo con el paso del tiempo.
Evitando la estancia de varios cracks, Mauricio Pochettino establece un buen panorama en el Real Madrid
Lo primero que se ha hecho es establecer la salida de Kylian Mbappé. Si la continuidad de Zidane se da, el jugador va a mantenerse en Francia, de manera que su salida eventualmente iría en favor de la contratación del astro galo por el club merengue. Además, esto también salpica a otras figuras como Sergio Ramos, y Raphael Varane.
Esto llega como fórmula al descalabro de la temporada, donde se han quedado sin nada y además han irrumpido a las normativas generales del club. El Real Madrid ha acostumbrado a su gente a ganar títulos, y en esta última era se había hecho un común denominador disputar en Champions el mayor éxito de clubes en el mundo.
Una nueva idea y filosofía que busca proyectar Florentino
Por parte del presidente, encanta la idea de firmar al ex del Tottenham. No ha podido cosechar el título en Francia y se ha ido en las semifinales ante el Manchester City de la Champions dejando una pálida imagen. De manera que está todo servido, y a él su estilo le parece fascinante. Agresivo, ofensivo y equilibrado, son todos aspectos complejos de sentenciar en un equipo top hoy en día.
Atribuye los traspiés actuales al poco tiempo que tiene al frente, y a que se ha encontrado con un interno fracturado por el manejo de los egos de sus jugadores. Nada que en la capital no se pueda controlar, suministrando otras herramientas y estableciendo reglas desde el vamos en la firma de su contrato.