De no creer la suma de dinero que ponen en la mesa del presidente con tal de llevárselo
El PSG sigue siendo uno de los grandes animadores del mercado de fichajes de verano a cuenta de un nombre en específico, el de Casemiro. Increíblemente los parisinos han identificado en el brasileño de 28 años, la pieza necesaria para terminar de dar contextura a su idea tras la dilatada carrera que ha hecho en la capital con excelentes resultados y un comportamiento de 10.
Saben que no existe en el entorno futbolístico general un jugador con tales características: guerrero, solvente, entregado, dinámico y hasta anotador. De los logros alcanzados por la institución merengue, gran parte de debe abonar al talento y posición del ex Sao Paulo, un jugador de los que más han crecido en la doble etapa Zidane, y del que hoy se pueden dar el lujo por decir que es intransferible.
La respuesta era la de esperarse, el club tiene sus ideas bien claras
En cabeza de Nasser Al-Khelaifi le han decidido montar una estrategia de rapto a Florentino Pérez por valor de 120 millones de euros. Y aunque parezca alta, no es lo suficiente para convencer a los jefes merengues. No van a soltar la prenda de equilibrio del equipo, el jugador en el que descansan los generadores de juego una vez están por la labor de agredir al rival.
Intransferible, así lo han catalogado hasta el momento los máximos jefes merengues. No van a dar por muerta su postura y menos ante un club que no se la ha puesto sencilla en el trato por Kylian Mbappé, uno de los que más suenan cuando se hace referencia a los dos en cuestión. Lo cierto es que habrá que ver si van a seguirlo intentando, que es probable, utilizando estrategias poco usuales.
Casemiro sigue al tanto el tema y desequilibra la balanza según su percepción profesional
Nada le hace más feliz que jugar en el equipo más emblemático del mundo, sabe que ha alcanzado un nivel superlativo, y entiende que mejorarlo va a ser complejo. El PSG le ofrece condiciones espectaculares, aunque no tanto desde el punto de vista relevante. Mejora su salario, y promete ir a por la conquista de la Champions, cosa que en Concha Espina más allá de ser una ilusión es una obligación.
La Ligue 1 no es ni la sombra de lo que es LaLiga, y para alguien que busca sorprender a todos los niveles, tanto de clubes como en su selección eso es importante. Mientras sean Zidane, y Florentino los comandantes del Real, Casemiro no se toca, ni se vende. Las mejoras las hacen ellos y harán prevalecer su legado hasta cuando sea pertinente. Capítulo cerrado.