El camino se ha despejado, nada indica problemas para la directiva sevillista en este instante
Lo de Lucas Ocampos en la temporada ha sido sencillamente fantástico. Dueño de unos números sensacionales y unas respuestas dentro del campo formidables, se ha ganado el derecho a ser componente habitual de los rumores de traspasos del último tiempo. Real Madrid uno de los que lo quiere, y así se ha empezado a mover.
El jugador ha tenido un trasegar entre dulce y amargo en Europa. Su paso al Mónaco no fue el más apropiado, y su trasegar por Italia no ha ayudado para nada en su evolución. Monchi ha creído en él, y es ahora el mejor momento de todos para sentenciar esa valía con una posibilidad de venta que supera los 60 millones de euros.
Las respuestas son categóricas, el fin al mar de especulaciones
A sus 25 años, este jugador argentino ex River Plate parece haber encontrado su zona de confort. Es el goleador de su equipo, y de la mano de su desequilibrio y potente pegada, parece ser el que mejor identifique lo que es el sentimiento sevillista de la actualidad. Con su club van disparados a hacerse con un cupo a Champions, y aún les queda vivo el sueño de alzar la Europa League.
Por eso lo del merengue se veía tan factible, debido a que ofrece mejores condiciones y un panorama mucho más amplio. El jugador entiende este tema, pero ha sido enfático, no se marchará de Sevilla, y si lo hace, lo hará más para moverse a donde desea terminar su carrera, es decir en su natal argentina vistiendo la elástica de la banda cruzada de River.
Otras direcciones para Zidane en esa zona del campo
Entendiendo esto, se han activado de inmediato los trabajos en las direcciones encargadas. La dirección deportiva en conjunto con la presidencia y el cuerpo técnico, han motivado a valorar casos como el de Ferrán Torres que es el que mejor se posiciona para el momento. El jugador del Valencia viene jugando poco, y además expira su contrato sin indicios de renovación.
Han desplegado ya una oferta que se acerca a los 50 millones de euros, un buen manto para el cuadro ché que se arriesga a perderlo en un año sin costo alguno. Otras posibilidades son: Jadon Sancho y Kai Havertz, de los que todavía no se mueve mucho cartel por sus elevadas exigencias y por sus evidentes disputas desde lo directivo. Todo está por cristalizarse.