No parecen salirse de la línea de incluir talento joven como medida de control a la crísis
Una vez más Real Madrid deja en evidencia su direccionamiento en lo que tiene que ver con el hecho veraz de reclutar joven talento para menguar la crísis económica. lo ha evidenciado con las consecuiciones del los brasileños Vinícius, Reinier y Rodrygo, además de Kubo, que en su momento dio mucho de qué hablar. Ahora se deja seducir por un turco de gran presente en su país.
En esta ocasión se trata de Mustafa Kapı de 17 años, jugador del Galatasaray y cuyo contrato en este instante es el argumento principal de la directiva merengue para encaminar el ataque. Es un mediocampista de avanzada, con mucho talento bajo los pies y una dinámica excepcional, justo como gusta a Zidane.
Esto no solo le ha hecho ser visto por el merengue, pues incluso hay otros clubes más como el FC Barcelona que vienen de atrás pujando por una oportunidad. Así lo ha dejado ver su representante, el agente Necdet Ergezer, que con unas contundentes declaraciones ha afirmado que la subasta está en su punto más alto de la temporada.
Simeone se ha quedado a un paso de asaltar al joven talento
Las declaraciones del agente no han pasado desapercibidas. Y una de las cosas que más han hecho hueco han sido cuando ha tocado al Atlético de Madrid. El colchonero fue uno de los que más había presionado, de hecho era el que más adelantada llevaba la gestión hasta el momento de la para obligatoria producto de la pandemia del coronavirus.
También ha dicho que los han llamado del Valencia, de la Real Sociedad, del Villarreal, del Celta de Vigo, e incluso de otros clubes de otros países. Pero están convencidos que es España el sitio predilecto del jugador, pues además de las ganas que tiene de jugar la Liga local, su rendimiento y juego se adapta a la perfección para triunfar aquí.
Y lo mejor es que el contrato del jugador acaba este 30 de junio, lo que le da la suficiente libertad para negociar a coste cero su traspaso, eso sí, anteponiendo una norma. Esa tiene que ver con el pago a los derechos de formación, que aunque son una cifra importante, no se compara con el hecho mismo de cancelar una cláusula.