Ni sus buenas actuaciones coperas le han servido para ser tenido en cuenta
El final del 2019 y comienzo del 2020 ha traído muchas noticias positivas para Real Madrid. Hoy por ejemplo tienen la enorme chance de treparse en solitario de la punta de LaLiga, y eso es todo un acontecimiento. Aprovechando la derrota de Barcelona, los de Zidane estarían cerca de su primer objetivo dejando para las fechas venideras los retos de la Copa y la Champions. Pero en ese punto hay algo que todavía genera controversia, un jugador que exige a gritos ser tenido en cuenta, Brahim Díaz.
No ha jugado prácticamente nada esta temporada, y el partido de la Copa, donde tuvo un buen comportamiento pretendía fuera su despegue. Zidane le ha dicho por todas las vías posibles que no es de su agrado, y que lo mejor es que busque un equipo haciendo las maletas cuanto antes. Esto para un activo de tal proyección es un tema complejo y bastante desmoralizador.
Y es que todo lo potencia o lo agrava el simple hecho de todo lo que tiene encima el club para el siguiente mes. LaLiga, la Copa en sus fases más definitivas, y la Champions, toda una maratón de compromisos que requieren del grueso de la plantilla para plantar cara. Esperaba como mínimo ir a la convocatoria de hoy, pero una vez más tendrá que ver el partido por TV.
Además de Brahim el tema que más preocupa es el de Vinicius
Si se habla de Brahim, de Mariano y hasta de Bale en estos temas se podría tragar entero, pues el nivel, la poca influencia y las lesiones son cosas que no se pueden esconder. Pero entrar a evaluar el caso del brasileño ex Flamengo si que es todo un reto. Vini ha empezado la temporada flojo, pero ha ido ganando importancia y eso es de valorar. El tema es que Zidane no le da rodaje, y cada día se vuelve más compleja su situación.
Al igual que Brahim se ha quedado fuera, y hoy en día no hay nadie que le encuentre explicación a esto. Internamente se dice que están manejando las cargas para lo que se viene, aunque no es un secreto que para el francés la falta de acierto a portería por parte de Vinicius es todo un problema que no soporta.
Lo deja por fuera, no juega, y tampoco concentra en este tipo de situaciones, un tema que está pasando de castaño a oscuro a medida que se va desarrollando la temporada. El fantasma de su salida vuelve a aparecer en su vida, y de no ocurrir nada extraño a Florentino le tocaría empezar a manejar las posibilidades evitando una desvalorización natural para estos casos. Las alarmas se encienden en Valdebebas.