El actual esquema de Carlo Ancelotti necesita urgente algunos cambios y ya hay algunas sugerencias
El Real Madrid es consciente de la dificultad de pelear por todos los objetivos que se marcaron a principio de temporada con una defensa tan mínima. Y es que la expulsión de Nacho frente al Alavés no hace más que reforzar la petición de Carlo Ancelotti, que ya ha tramado un plan B para así buscar su renovación.
“Si hay una posibilidad que pensamos que sea buena para el club y para la plantilla, lo vamos a hacer. Lo vamos a pensar y juntos vamos a tomar la mejor decisión para el club y para la plantilla”, aseguró el técnico del Real Madrid dejando claro que busca a como dé lugar la renovación de su equipo, empezando por Nacho, pero a su vez, deja su futuro en el aire.
Buscar refuerzos en la defensa es uno de los objetivos de este año para el club merengue
Con todo esto, a finales del año 2023, con solo un central disponible para el primer partido de 2024 y teniendo en cuenta el historial de lesiones, el Real Madrid se está planteando con más interés que nunca reforzarse en la defensa durante el mercado de invierno. Un radar por el que han pasado varios centrales de un perfil adecuado para Ancelotti.
Una vez confirmada por el club blanco la gravedad de la lesión de Alaba, una cascada de nombres se empezó a agolpar en el radar blanco, que tiene que luchar contra los cientos de comentarios que fluctúan por el mercado. Uno de ellos sería António Silva, actual jugador de Benfica, quien a sus 20 años es una de las opciones que más gusta en el Real Madrid.
Buscar una renovación ahora es clave luego de lo sucedido con Nacho
“Es un jugador top. Están convencidos de que puede valer 80-90 millones en un futuro”, advertía Fabrizio Romano.Y es que António Silva, ya la pasada temporada, aprovechó las lesiones de Morato y Lucas Veríssimo para debutar, abrirse paso en el eje de la zaga del Benfica y meterse en la lista de Fernando Santos para el Mundial 2022.
Finalmente, también se habla de Gonçalo Inácio del Sporting CP. Su nombre empezó a sonar en Portugal antes, incluso, de la lesión de Alaba. Incluso se atrevieron a ponerle precio: 60 millones. Su salida, sin embargo, no parece muy viable a mitad de temporada por lo bien que marcha el Sporting.
