El capitán desvía la atención y presiones del grupo que se juega la vida en menos de 20 días
FC Barcelona acaba de perder LaLiga contundentemente. No ha sido un secreto para nadie, ni siquiera para los mismos protagonistas, que están acometiendo la peor exhibición de juego en mucho tiempo. El capitán, Leo Messi lo ha dicho ante los medios, han sucumbido y como vienen jugando es muy probable que ni siquiera sean capaces de sacar adelante la llave en la Champions.
Así las cosas el componente de alivio viene por otro lado, y es por parte del Real Madrid. Ya se advertía que el TAS podría modificar su decisión, y sacar del ostracismo al Manchester City de cara a futuro, y lo han hecho. Al eliminar la sanción de por medio les afecta a los merengues, que ya jugaban con sus posibilidades contando con algunas de sus estrellas.
Un activo que dice no, y se va de largo en el trato con su actual equipo
De la plantilla extensa del Manchester City, el que más venía sonando sin duda el belga Kevin de Bruyne. Este belga de 29 años era para Zidane la llave perfecta para terminar de dar moldura al centro de la cancha. Dinámico, fuerte, explosivo y con una de las mejores pegadas de Europa, se antojaba como una absoluta delicia que buscaba solucionar la partida de Luka Modric.
Pero esto ha quedado prácticamente descartado, luego de que las directivas de los sky blue admitieran que ahora su prioridad pasa por extender el vínculo entre partes que terminaba el verano de 2023. Se habla de dos años más, una clara muestra de lo que es el jugador para el esquema de Guardiola, y lo que es de cara a los objetivos trazados, donde el Real Madrid aparece primero en la lista.
Sin De Bruyne todos los caminos conducen al crack del presente y futuro en Europa
Ahora es prácticamente imposible convencerles, lo que deja un margen algo desolador en las filas de los merengues. Por tal motivo han tenido que fijarse en otras posibilidades, y la de Kylian Mbappé es la que más llama la atención. El astro francés es el preferido de Zidane, y acaba contrato en verano de 2022. Un año y las cosas estarían a pedir de boca, al menos esas son las sensaciones.
Barcelona ha ganado tiempo, pero ese no es su único margen, el club necesita ir perfilando su gestión de trabajo y hasta ahora las sensaciones son nulas. Una dura crítica al trabajo de la secretaría técnica y la presidencia, que se han quedado al margen incluso por equipos de menor margen de inversión y poder en el ambiente.
