El juego en donde los suyos se han clasificado a los cuartos de final de Europa fue la muestra de ello
Polémica tras polémica, Kylian Mbappé ha protagonizado un acto bochornoso en donde junto a sus compañeros se han burlado de un rival tras la clasificación del PSG a manos del Borussia Dortmund en la Champions. Sentados y emulando el gesto de la celebración de Haaland, todos han dejado en claro que más allá de exaltar su éxito, lo han hecho para hacer mofa del noruego, un jugador que entre otras cosas también es objetivo del Real Madrid.
Los vídeos y fotografías le han dado la vuelta al mundo en menos de nada, y no ha sido bien recibido el mensaje más allá que se trate simplemente de un acto jocoso. Y menos por parte de Florentino Pérez, el presidente sigue sin ver con buenos ojos todos estos espectáculos a los que se está acostumbrando Mbappé en su país.
Hay que entenderlo, teniendo en cuenta que Mbappé es un objetivo primordial, si algo valoran en Concha Espina es el valor de la integridad, y más hacía sus rivales. Haaland también está en el listado de objetivos, y es evidente que con esto, Kylian no le quiere cerca. Ya se estudian las variables, y de paso, se empiezan a desgranar los movimientos que en ambos casos tienen fecha límite el verano del año 2021.
Zidane y una toma de decisiones brutal
La directiva ya ha alzado su inconformidad y el cuerpo técnico todavía no se pronuncia. Se espera lo haga pues por parte de ellos, y principalmente por parte de Zidane, hay un enorme interés en hacerse de Mbappé como abanderado del proyecto a futuro del club. No gustan estas manifestaciones y se considera prudente empezar a demarcar los límites.
Ya lo hizo en su momento con Gareth Bale, al que poco a poco fue marginando hasta tenerlo hundido en el más oscuro de los ostracismos, y con Mbappé se espera al menos exista el llamado de advertencia. Real Madrid cuida mucho más que su salud deportiva, cuida una imagen que por nada del mundo se puede ver empañada con semejantes errores.
Tanto Haaland como Mbappé tienen su ruta de escape en dos veranos, y para ese momento se espera esté resuelto el tema. Ambos se posicionan como piezas clave, cada uno en su estilo y en sus posibilidades. Haaland al centro del ataque como revulsivo de Benzema, y Mbappé a la banda, con soltura y fiel heredero de la gestión Cristiano Ronaldo.