Vinicius, Bellingham, Modric y Courtois se distancian del francés en plena tensión interna
Kylian Mbappé llegó al Real Madrid como el fichaje más esperado de la última década. Sin embargo, a menos de un año de su desembarco en el club blanco, su adaptación está lejos de ser ideal. En los pasillos del Santiago Bernabéu crece la preocupación ante su falta de conexión con el vestuario y su rendimiento por debajo de lo esperado.
Las primeras señales de distanciamiento surgieron con Vinicius Jr., con quien mantiene una relación completamente rota desde los primeros meses. También Jude Bellingham, uno de los pilares del equipo, ha mostrado su frustración por la falta de química futbolística con el francés, al que acusa de excesivo individualismo en el campo.
Mbappé pierde aliados en el vestuario blanco
Pero el problema va más allá del terreno de juego. Fuentes cercanas al club aseguran que Luka Modric, capitán y referente moral del grupo, está harto del comportamiento de Mbappé y ya ha tenido que llamarle la atención por actitudes poco profesionales. La situación se agravó tras la expulsión contra el Alavés, momento en el que el croata habría expresado su malestar de forma directa.
A esta lista se suma Thibaut Courtois, quien en el pasado defendió públicamente al francés. Hoy, el portero belga ha optado por el silencio, cansado de las polémicas externas en las que se ve envuelto Mbappé y su aparente falta de compromiso.
Pitos en el Bernabéu y dudas sobre su futuro
La desconexión no se limita al vestuario. En el último partido en casa, las cámaras captaron a Mbappé siendo silbado por parte del público, reflejo de la impaciencia de la afición ante su irregularidad y los problemas físicos que arrastra. En el club comienza a calar la sensación de que el fichaje estrella no está cumpliendo las expectativas, ni en el campo ni fuera de él.
Según apunta el entorno del jugador, Mbappé ya ha pedido a su madre que escuche propuestas de la Premier League si la situación no mejora. El proyecto que soñaba construir en Madrid podría estar en peligro, antes incluso de consolidarse.
