Una mejora importante en ese punto ha logrado generar eco en el interno del vestuario
De los pocos jugadores que se han podido ganar con solidez el rótulo a ser imprescindibles en el Real Madrid, Casemiro es el ejemplo más sonado. El brasileño ha generado muchas posiciones encontradas, pero casi siempre resulta el eco positivo imperando en la opinión pública. Las razones muy simples, su poder de contención, y el liderazgo que a Zidane tanto le gusta.
Por tal motivo la dirigencia se ha tenido que ver envuelta en una negociación que tiene como único fin extender el contrato del mediocampista ex Sao Paulo de 28 años. Al tiempo de su periplo se le ha aumentado el salario, que ha pasado de los 5,5 millones de euros, a los 9,5 firmados por temporada a partir de este momento.
Si se mira desde el punto de vista numérico es una cifra redonda, que va en favor de lo que ha rendido el jugador, y de su respuesta ante la exigencia. Otra cosa tiene que ver con los efectos al interior del grupo, sumamente tocados por dos hechos, por el porcentaje y por la crísis que vive el club. No se concibe apropiado lanzar este tipo de acuerdos ahora en medio de la afamada crísis.
La duda en el acompañamiento del medio invade a Florentino
Con Casemiro atado al hecho de ser el ancla del equipo en el centro del campo, hasta el verano de 2023 ahora solo queda ver quién o quiénes serán sus fórmulas en la titular. Lo hecho hasta el momento ha asegurado 4 goles y 4 asistencias en la temporada, cifras que ha arrojado el mediocentro en los 35 partidos disputados durante la campaña.
Con Modric más pendiente de su paso a una liga donde encuentre minutos y pueda ganar la pasta suficiente para jubilarse, un Kroos que no termina de llenar a su entrenador, y un Valverde muy biche las dudas recaen en el francés. Para él no hay duda que más asalte su tranquilidad que esa, en donde ha podido identificar claramente sus posturas respecto al tema.
Alternativas por supuesto que tiene, pero no son sencillas ni mucho menos baratas. Labor absoluta de la secretaría técnica y de los encargados de las gestiones con el mercado en una etapa compleja y decisiva. Pogba es uno de los que pica en punta, y tanto Camavinga como Van de Beek siguen a la espera de confirmaciones.
