Apelando a la afición para hacer vivir la presión al rival es la estrategia merengue para los juegos inmediatos
Todo se da a comienzo hoy, cuando el Real Madrid reciba al Manchester City en el juego de ida de la Champions League por los octavos de final. El Santiago Bernabéu ha sido convocado, el club ha apelado a la afición como argumento poderoso a la hora de intimidar y hacer ver al rival que se enfrenta con el más veces campeón de esta competencia.
La convocatoria la han hecho las cabezas visibles del grupo: Zinedine Zidane, Sergio Ramos, Rapha Varane, Karim Benzema, la idea es tener hecho una caldera la cancha para hacer del ambiente un fortín para el equipo. Se han vendido todas las localidades hace semanas, más de 78.000 almas enfurecidas apoyando al merengue será el punto de efervescencia la noche de hoy.
El himno de la Décima se cantará a capela, y un mosaico de papel hará ver que están en el templo de la Champions. Para un club no tan habituado a estas instancias bien podría ser un argumento de intimidación, y a eso apelan, la idea es ganar desde el vamos el juego emocional. La llegada al estadio del bus, el apoyo incondicional desde la grada, el empuje de una gente habituada; son muchos elementos.
Mismo capítulo, misma estrategia y mismo ambiente es el que se pretende imponer cinco días más tarde en el clásico español. Si bien es cierto que el FC Barcelona les ha arrebatado el liderato, entienden que LaLiga no está perdida, y que deben lucharla hasta el final, teniendo ese juego como el más importante hasta la fecha.
La compenetración debe ser absoluta, la gente en el Bernabéu juega un partido especial, y pretenden transmitir eso al grupo de jugadores que se batirán en la cancha. La idea es la de siempre, sacar la ventaja necesaria para poder ir a Manchester a administrar el paso a la siguiente instancia. No será sencillo, al frente está Guardiola, su constelación de estrellas y la motivación de ganar la competencia antes de entrar en paro por dos años. Después se viene el Barça, Messi y la tranquilidad de los culés de haber hecho del Bernabéu su segunda localía.
