El último compromiso internacional del cuadro Madridista conformado por las chicas, tuvo dos jugadas bastante polémicas que han suscitado una serie de especulaciones y teorías, todas apuntando al presidente blanco y sus contactos de poder.
El tema del mal arbitraje en el fútbol masculino se ha trasladado al femenino, y el último partido del Real Madrid fue la prueba más clara de ello, un compromiso del que Florentino Pérez aún no se manifiesta. Se jugó en el marco de la jornada 1 de Champions League frente al Chelsea FC en el Alfredo Di Stefano. El resultado final fue 2-2, pero el marcador pudo ser negativo para las dirigidas por Alberto Toril.
Se trató de 2 jugadas que pudieron cambiar la historia del partido a favor de las inglesas, pero la colegiada decidió pitarlas al revés. La desventaja de todo esto es que aún no está incorporado el VAR en el fútbol femenino, lo que alimenta aún más estos groseros errores arbitrales. Sin embargo, el trabajo de las asistentes de línea también resultó desastroso.
Las dos jugadas que pudieron cambiar el resultado del Real Madrid – Chelsea y que Florentino no ha querido comentar
La primera jugada vino hacia el minuto 77 cuando el marcador decía que las visitantes lo ganaban 1-2. Fue un desborde de Athenea del Castillo quien se preparaba para entrar al área grande del rival, y fue detenida por la mediocampista Jessie Fleming. Es verdad que fue falta, pero no dentro del área. Aún así, la colegiada pitó penal a favor del cuadro merengue, y de ahí cayó el empate 2-2.
Hacia el minuto 90+5, un centro desde el costado derecho del cuadro británico cayó en los pies de Niamh Charles, quien lo capitalizó y convirtió en lo que sería el 2-3. Sin embargo, la bandera de línea se vio arriba por un posible off-side. La repetición se muestra que la jugadora del Chelsea FC partió de una posición netamente lícita, y hay hasta 5 jugadoras Madridistas delante de ella.
Si el Real Madrid tuvo suerte en un torneo internacional, puede suceder lo mismo en la Liga F gracias a los contactos de Florentino
Muchos saben que el exárbitro Carlos Megía Dávila es un Madridista reconocido y hasta se ha autoproclamado fan número 1. Lo que algunos no saben es que el parleño es esposo de Yolanda Parga Rodríguez, encargada del arbitraje femenino en la Liga F ante la CTA. Esto se puede prestar para muchas interpretaciones, pero lo ocurrido en el partido de Champions deja mucho en que pensar.
Es verdad que el torneo internacional no es jurisdicción de Parga Rodríguez, pero la sensación de molestia por parte de otros equipos hace levantar suspicacia en este hecho. Lo insólito del asunto es que ni Florentino Pérez ni mucho menos el Real Madrid TV han salido a dar sus opiniones ante el grosero arbitraje en el debut europeo del equipo femenino.