Un mito del madridismo y de ‘La Roja’, Emilio Butragueño, más conocido como el “buitre”. El futbolista madrileño lideró una quinta en el Madrid que enamoró a España entera. La llamada ‘quinta del buitre’ con este jugador como artífice del Real Madrid, fue acompañada de grandes jugadores. Miguel Pardeza, Manolo Sanchís, Míchel, y Martín Vázquez fueron su mano derecha para liderar el inicio del fútbol moderno. Los 80 y 90 fueron de ellos, de una generación que repartió alegrías por igual en el coliseo blanco.
Uno de los mejores delanteros de nuestro país debutó contra el Cadiz en el que el míster del conjunto blanco era una persona que acabaría siendo un emblema para ellos: El argentino Alfredo Di Stefano. Habían jugadores como Chendo, Camacho o Santillana en el terreno de juego, y defendiendo la elástica de la entidad de La Castellana. Era un ariete que no se lo pensaba dos veces cuando tenía que disparar a portería. Daba miedo y a la vez respeto cuando él estaba delante. Con una calidad indiscutible, llevaba en volandas en más de una ocasión, y salía rodeado de aplausos en más de un encuentro. Era un caballero tanto dentro como fuera del tapete, ganándose el cariño del Santiago Bernabéu. Los números avalan la calidad del killer madrileño: En 463 encuentros con la plantilla merengue, marcó 172 goles. Unos números halagadores sin duda alguna.
Aunque no hizo historia sólo en el Real Madrid. En la Selección Española dio emoción hasta el final con sus actuaciones en todos los estadios que pisaba. Debutó contra Gales marcando un gol en aquella noche del Miércoles 17 de octubre de 1984. No tuvo mucha suerte en cuanto a los títulos, puesto que no tuvo la oportunidad de alzar ninguno al cielo. La afición se maravillaba siempre que le veían de titular, porque sabían que habría un gol seguro por parte de él. Miguel Muñoz le llamó para ser uno de los 23 jugadores que se llevaría a la Eurocopa para liderar una de las míticas selecciones, con jugadores que hicieron un antes y un después en el deporte rey de aquel entonces. Los Arconada, Satrústegui, Julio Alberto o Santillana hicieron una plantilla de oro a pesar de no haber ostentado ningún galardón.
El hecho de no debutar en aquella Eurocopa, no hizo que su etapa como futbolista fuera en declive. Todo lo contrario. Su mejor momento fue cuando lideró aquel Mundial del 1986 celebrado en México. Les tocó a la gran Dinamarca de aquellos momentos liderado por todo un monumento futbolístico como es Michael Laudrup. En aquel combinado danés habían jugadores de calibre como eran Lerby o los hermanos Olsen. En aquella noche mexicana llegó a marcar cuatro de los cinco goles que les dio el pase a la siguiente ronda. Fue una noche épica, de un jugador que sin duda alguna, tiraba de casta y de garra. Con la Eurocopa de 1988 y el Mundial con sede en Italia en el 1990, dio fin a su carrera como profesional en la Selección. Con el Real Madrid, y en un homenaje a la Roma en la temporada 1994-1995, dio fin a su trayectoria como jugador en la entidad merengue. Todo un señor, que fue respetado en todos los estadios, y en todas las instituciones que pisaba. Querido por unos pocos, y enamorado por otros más. Así fue Emilio Butragueño, el Buitre español.
Butragueño puso punto y final a su carrera futbolística con un homenaje en el partido contra La Roma. Foto: Agencias
